PENSAMIENTOS QUE EDIFICAN: CULTIVANDO UNA MENTE CENTRADA EN CRISTO

"Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad."
Filipenses 4:8 (RVR60)

En un mundo lleno de distracciones, malas noticias y pensamientos negativos, el apóstol Pablo nos da una guía clara sobre cómo debemos alimentar nuestra mente. Filipenses 4:8 no es solo un consejo, sino un mandato para disciplinar nuestros pensamientos hacia lo que edifica, inspira y glorifica a Dios. Este versículo actúa como un filtro espiritual, ayudándonos a discernir en qué debemos enfocar nuestra atención.

1. Todo lo que es Verdadero
La verdad es un fundamento esencial en la vida del creyente. Jesús dijo: "Yo soy el camino, la verdad y la vida" (Juan 14:6). Pensar en lo verdadero implica rechazar mentiras, engaños y falsas doctrinas, y aferrarnos a la Palabra de Dios como nuestra máxima autoridad. Cuando meditamos en Su verdad, nuestra mente se alinea con Su voluntad.

2. Todo lo Honesto
Lo honesto se refiere a lo digno, respetable y ético. En una cultura donde la corrupción y la deshonestidad son comunes, Dios nos llama a pensar en acciones íntegras. Nuestros pensamientos moldean nuestras decisiones; si llenamos nuestra mente con lo honorable, nuestras acciones reflejarán el carácter de Cristo.

3. Todo lo Justo
La justicia va más allá de lo legal; es vivir en rectitud delante de Dios. Pensar en lo justo nos impulsa a buscar la equidad, defender lo correcto y vivir en obediencia a los principios divinos. Como dice Miqueas 6:8: "¿Qué pide Jehová de ti?… hacer justicia".

4. Todo lo Puro
En un mundo que glorifica lo vulgar e impuro, Dios nos llama a guardar nuestra mente. La pureza no es solo abstinencia de pecado, sino un enfoque positivo en lo que es santo. Job declaró: "Hice pacto con mis ojos" (Job 31:1). Así también, nosotros debemos proteger nuestros pensamientos de toda contaminación.

5. Todo lo Amable
La amabilidad es un fruto del Espíritu (Gálatas 5:22). Pensar en lo amable nos lleva a cultivar empatía, compasión y bondad hacia los demás. En lugar de albergar resentimiento, elegimos perdonar y reflejar el amor de Cristo.

6. Todo lo de Buen Nombre
Esto se refiere a lo que tiene buena reputación, lo que es ejemplar. Nuestros pensamientos deben centrarse en modelos a seguir que inspiren fe y virtud, no en lo que el mundo ensalza como éxito efímero.

7. Si Hay Virtud y Alabanza
La virtud es la excelencia moral, y la alabanza apunta a lo que glorifica a Dios. Pablo nos invita a buscar todo lo que sea digno de admiración y que honre el nombre del Señor.

Conclusión
Filipenses 4:8 es un llamado a la renovación mental (Romanos 12:2). Cuando satisfacemos nuestra mente con estos principios, experimentamos paz (Filipenses 4:9) y nuestra vida se convierte en un testimonio poderoso.

Oración
Padre celestial, gracias por recordarnos que nuestros pensamientos tienen el poder de moldear nuestro corazón y acciones. Ayúdanos a meditar en lo verdadero, honesto, justo, puro, amable y de buen nombre. Purifica nuestra mente de toda influencia dañina y llénala de Tu virtud y alabanza. Que cada pensamiento sea cautivo a Cristo y refleje Tu gloria. En el nombre de Jesús, amén.

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