EL SACRIFICIO DE CRISTO POR NUESTROS PECADOS.

"Además os declaro, hermanos, el evangelio que os he predicado, el cual también recibisteis, en el cual también perseveráis; Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras". 1 Corintios 15:1, 3-4.

El pasaje de 1 Corintios 15:1, 3-4 nos recuerda la esencia misma del evangelio: la muerte y resurrección de Jesucristo. Pablo, en su carta a los corintios, les recuerda que el evangelio que él les predicó es el mismo que ellos recibieron y en el cual deben perseverar. Este evangelio se centra en el sacrificio de Cristo por nuestros pecados, su sepultura y su gloriosa resurrección al tercer día, todo de acuerdo a las Escrituras.

Al reflexionar sobre este pasaje, somos llamados a recordar la centralidad de la muerte y resurrección de Jesucristo en nuestra fe. La muerte de Cristo en la cruz no solo nos libra del poder del pecado, sino que también nos reconcilia con Dios. Su resurrección nos ofrece esperanza, vida eterna y la promesa de su retorno.

Es fácil perder de vista la profundidad y el significado transformador del evangelio en medio de las demandas diarias de la vida. Sin embargo, este pasaje nos anima a perseverar en la fe, a aferrarnos a la verdad del evangelio y a vivir en respuesta a la gracia que se nos ha dado a través de Cristo.

Oración

Dios todopoderoso, te agradecemos por el regalo incomparable de tu Hijo, Jesucristo. En su muerte y resurrección encontramos la esperanza de la vida eterna y el perdón de nuestros pecados. Ayúdanos a no perder de vista la maravilla de este regalo, a perseverar en la fe y a vivir en respuesta a tu amor redentor.

Que el poder transformador del evangelio se manifieste en nuestras vidas, capacitándonos para amarte más profundamente, servir a los demás con humildad y proclamar la verdad de tu Palabra con valentía. Que nuestras vidas reflejen la realidad de la resurrección de Cristo, trayendo esperanza y luz a un mundo necesitado.

Concede, Señor, que nuestros corazones estén arraigados en la verdad del evangelio, que nuestra fe sea firme y que nuestras vidas sean testimonios vivos de tu gracia redentora. En el nombre de Jesús oramos, amén.

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Aclaración

Este Blog no tiene fines de lucro, ni propósitos comerciales, el único interés es compartir los gustos y las preferencias de su autor, con personas afines. Julio Carreto. Predicador