— Romanos 12:9 (RVR60)
Introducción: Un Amor Auténtico
En un mundo donde muchas relaciones son superficiales y los motivos del corazón a menudo están ocultos, el apóstol Pablo nos llama a vivir un amor genuino, sin máscaras ni hipocresía. Romanos 12:9 es un versículo breve pero poderoso que resume la esencia de la vida cristiana: un amor sincero y una clara distinción entre el bien y el mal.
1. El Amor Sin Fingimiento
La palabra griega para "sin fingimiento" es anypokritos, que significa "no actuado", "libre de hipocresía". Este amor no busca aparentar, no es egoísta ni interesado. Es el mismo amor con el que Cristo nos amó: sacrificial, puro y desinteresado (1 Juan 3:16).
Reflexión:
¿Amamos a los demás por conveniencia o por verdadero afecto?
¿Nuestras palabras y acciones reflejan un corazón sincero o una máscara de religiosidad?
2. Aborrecer lo Malo
Pablo no solo nos llama a amar, sino también a rechazar activamente el mal. No hay lugar para la neutralidad en la vida cristiana. Aborrecer el mal implica:
Rechazar el pecado en nuestra vida (Salmo 97:10).
No conformarnos a los valores del mundo (Romanos 12:2).
Defender la verdad con valentía (Efesios 5:11).
Reflexión:
¿Qué áreas de mi vida necesitan ser purificadas?
¿Estoy dispuesto a tomar una postura firme contra la injusticia?
3. Seguir lo Bueno
No basta con rechazar el mal; debemos perseguir activamente el bien. Esto incluye:
Practicar la justicia y la misericordia (Miqueas 6:8).
Edificar a otros con nuestras acciones (Gálatas 6:10).
Buscar la santidad en todo momento (1 Pedro 1:15-16).
Reflexión:
¿Estoy invirtiendo mi tiempo en lo que edifica mi alma y ayuda a los demás?
¿Cómo puedo reflejar la bondad de Dios en mi vida diaria?
Conclusión: Un Llamado a la Autenticidad
Romanos 12:9 es un llamado radical a vivir con integridad. No podemos amar de verdad si toleramos el mal, ni podemos aborrecer el pecado si no nos aferramos al bien. Que nuestro amor sea tan genuino que el mundo vea a Cristo en nosotros.
Oración
Señor Jesús, gracias por amarme con un amor puro y sin condiciones. Ayúdame a reflejar ese mismo amor hacia los demás, sin hipocresía ni egoísmo. Dame discernimiento para rechazar el mal y valor para seguir siempre lo bueno. Purifica mi corazón y guía mis pasos, para que cada día viva de una manera que te honre. En tu nombre, Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario