(2 Corintios 13:11 RVR60):
"Por lo demás, hermanos, tened gozo, sed perfectos, tened consuelo, sed de un mismo sentir, y vivid en paz; y el Dios de paz y de amor estará con vosotros".
El apóstol Pablo concluye su segunda carta a los corintios con un llamado lleno de amor y sabiduría pastoral. Este versículo no es solo un saludo final, sino un resumen de cómo debe vivir la iglesia bajo la gracia de Cristo. Cada exhortación encierra una profunda verdad espiritual que, si la aplicamos, transformará nuestra vida comunitaria y personal.
1. "Tened gozo"
El gozo cristiano no depende de las circunstancias, sino de la presencia de Dios en nosotros. Pablo, aun escribiendo desde la aflicción (2 Corintios 1:8), insiste en que los creyentes deben regocijarse. Este gozo es fruto del Espíritu (Gálatas 5:22) y surge al recordar que nuestra esperanza está en Cristo, no en el mundo.
Reflexión: ¿Permites que las dificultades roben tu alegría en el Señor? El gozo es un acto de fe, una decisión de confiar en que Dios obra aun en lo invisible.
2. "Sed perfectos"
La palabra "perfectos" (gr. katartízō) significa "ser restaurados, reparados o equipados". No se refiere a una perfección sin pecado, sino a madurez espiritual, a vivir en integridad y propósito. Dios nos llama a crecer continuamente en santidad (Mateo 5:48), dependiendo de Su gracia.
Reflexión: ¿Estás permitiendo que el Espíritu Santo te moldee? La santificación es un proceso, pero requiere nuestra cooperación.
3. "Tened consuelo"
Pablo ya había hablado del consuelo de Dios (2 Corintios 1:3–4). Aquí urge a los creyentes a aferrarse a ese consuelo y a ser consoladores unos de otros. En un mundo de dolor, la iglesia debe ser un refugio de esperanza.
Reflexión: ¿Buscas el consuelo de Dios en la oración y Su Palabra? ¿Eres instrumento de aliento para otros?
4. "Sed de un mismo sentir"
La unidad no es uniformidad, sino armonía en la diversidad bajo Cristo (Filipenses 2:2). Los corintios tenían divisiones (1 Corintios 1:10), pero Pablo les recuerda que el amor debe unirlos.
Reflexión: ¿Promueves la unidad en tu iglesia, o criticas y juzgas? La humildad y el perdón son esenciales para vivir en concordia.
5. "Vivid en paz"
La paz no es solo ausencia de conflicto, sino shalom: plenitud en Dios. Jesús nos dejó Su paz (Juan 14:27), y debemos practicarla con todos (Romanos 12:18).
Reflexión: ¿Hay alguien con quien necesites reconciliarte? La paz comienza cuando perdonamos como Cristo nos perdonó.
Promesa Final: "El Dios de paz y de amor estará con vosotros"
Dios no solo da paz y amor; Él es paz y amor. Su presencia es la garantía de que podemos cumplir estos mandamientos. No estamos solos: el Espíritu Santo nos fortalece.
Oración:
Padre celestial, gracias por recordarnos que en Cristo tenemos gozo verdadero, consuelo eterno y paz que sobrepasa todo entendimiento. Perdónanos cuando permitimos que el orgullo, la queja o la división dañen nuestra comunión. Ayúdanos a buscar la santidad, a ser instrumentos de Tu amor y a vivir en unidad, reflejando Tu gracia. Que Tu presencia nos guíe cada día. En el nombre de Jesús, amén.
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