LA FE QUE MUEVE MONTAÑAS

"Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis."
— Mateo 21:22 (RVR60)

Introducción: El Poder de una Fe Auténtica
Este versículo, pronunciado por Jesús después de maldecir la higuera estéril (Mateo 21:18-21), es una de las promesas más audaces y alentadoras de las Escrituras. No se trata de una fórmula mágica para obtener deseos egoístas, sino de una verdad profunda sobre la relación entre la fe genuina y la respuesta divina. Jesús enfatiza que la oración efectiva no depende de las palabras perfectas, sino de un corazón que cree sin vacilar en la bondad y el poder de Dios.

1. La Condición: "Pidiereis en Oración"
Jesús comienza destacando la importancia de pedir. La oración es el medio por el cual nos alineamos con la voluntad de Dios y expresamos nuestra dependencia de Él. Sin embargo, no es un ritual mecánico; es una conversación íntima con nuestro Padre. Santiago 4:2 nos recuerda: "No tenéis lo que deseáis porque no pedís". Dios anhela que acudamos a Él con humildad y sinceridad, compartiendo nuestras necesidades, anhelos y hasta nuestras luchas.

2. El Elemento Clave: "Creyendo"
La fe es el puente entre nuestra petición y la respuesta de Dios. Jesús no habla de una fe superficial o emocional, sino de una certeza inquebrantable en que Dios cumple Sus promesas (Hebreos 11:6). La higuera se secó porque los discípulos vieron el poder de Cristo en acción y fueron llamados a confiar en ese mismo poder. La duda, en cambio, nos desconecta de la provisión divina (Santiago 1:6-7).

Pero ¿qué significa "creer"? No es negar la realidad, sino afirmar que Dios es más grande que cualquier obstáculo. Como Abraham, quien "creyó en esperanza contra esperanza" (Romanos 4:18), nuestra fe se fortalece al recordar las obras pasadas de Dios en nuestra vida y en la Biblia.

3. La Promesa: "Lo Recibiréis"
Dios no es un genio que concede deseos; es un Padre sabio que responde según Su voluntad perfecta (1 Juan 5:14). A veces, Él dice "sí", otras veces "no" o "espera", pero siempre actúa para nuestro bien (Romanos 8:28). La clave está en que, al creer, recibimos lo que necesitamos—no siempre lo que queremos—y eso incluye paz, fortaleza o incluso un milagro.

Aplicación Práctica: Fe en Acción
Examina tu corazón: ¿Pides con fe o con duda? ¿Buscas la voluntad de Dios o solo tus intereses?

Recuerda Sus fidelidades: Anota momentos en que Dios respondió tus oraciones. Esto alimentará tu fe.

Ora con persistencia: Como la viuda en Lucas 18:1-8, sigue confiando incluso si la respuesta tarda.

Oración
Padre celestial, gracias por recordarme que Tú escuchas cada oración que elevo con fe. Perdóname cuando dudo de Tu poder o cuando pretendo que mis planes se cumplan en lugar de los Tuyos. Ayúdame a confiar en que Tu respuesta siempre es perfecta, aunque no la entienda. Fortalece mi fe para creer que nada es imposible para Ti, y que en Tu tiempo, veré Tu mano obrando en mi vida. En el nombre de Jesús, amén.

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