TENEMOS EL PRIVILEGIO DE CREER EN CRISTO Y PADECER POR ÉL

"Porque a vosotros os es concedido a causa de Cristo, no sólo que creáis en él, sino también que padezcáis por él". Filipenses 1:29.

En este pasaje de Filipenses, el apóstol Pablo nos enseña una verdad profunda y desafiante. Nos dice que no solo se nos ha concedido el privilegio de creer en Cristo, sino también el de padecer por Él. ¿Qué significa esto?

En primer lugar, debemos entender que creer en Cristo no es simplemente asentir intelectualmente a su existencia, sino confiar en Él como nuestro Salvador y Señor. Es un compromiso total de nuestras vidas, entregándonos a su voluntad y propósito. Pero eso no es todo. Pablo nos recuerda que también se nos ha dado el privilegio de sufrir por amor a Cristo.

El sufrimiento puede venir en diferentes formas: persecución, rechazo, dificultades, pruebas o incluso el desafío de vivir una vida conforme a los principios y valores de Cristo en medio de un mundo hostil. Sin embargo, a pesar de las dificultades, debemos recordar que el sufrimiento por Cristo tiene un propósito y un valor eterno.

Cuando padecemos por causa de Cristo, estamos identificándonos con Él y participando en su sufrimiento redentor. Nos unimos a la historia de la cruz y compartimos en la obra de Dios en el mundo. Nuestro sufrimiento se convierte en una oportunidad para mostrar la gloria de Dios, para fortalecer nuestra fe y para ser testimonios vivientes de su gracia transformadora.

Entonces, ¿cómo podemos enfrentar el sufrimiento con fe y esperanza? Primero, recordemos que no estamos solos en nuestras dificultades. Cristo está con nosotros en cada paso del camino, fortaleciéndonos y sosteniéndonos. Además, debemos confiar en la promesa de que Dios utiliza nuestro sufrimiento para su gloria y nuestro bien.

Finalmente, oremos a Dios, reconociendo que el sufrimiento es parte de nuestra experiencia como seguidores de Cristo. Oremos para que nos dé fortaleza y perseverancia en medio de las pruebas. Oremos para que nos ayude a mantener nuestros ojos puestos en Él y en su eterna recompensa. Y oremos para que, a través de nuestro sufrimiento, podamos ser testigos poderosos de su amor y gracia para aquellos que nos rodean.

Oración

Querido Dios, te agradecemos por el privilegio de creer en Cristo y de padecer por Él. Ayúdanos a confiar en ti en medio de las dificultades y a encontrar fortaleza en tu presencia. Te pedimos que utilices nuestro sufrimiento para tu gloria y nuestro crecimiento espiritual. Permítenos ser testigos valientes de tu amor y gracia en este mundo. En el nombre de Jesús, amén.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Aclaración

Este Blog no tiene fines de lucro, ni propósitos comerciales, el único interés es compartir los gustos y las preferencias de su autor, con personas afines. Julio Carreto. Predicador