ACUMULAR TESOROS EN EL CIELO

Mateo 6:19-21 dice: "No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan. Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón".

El pasaje de Mateo 6:19-21 nos invita a reflexionar sobre nuestras prioridades y en qué cosas depositamos nuestro corazón. Jesús nos advierte sobre la futilidad de acumular tesoros terrenales, que son temporales y pueden ser destruidos, robados o perdidos. En cambio, nos insta a enfocarnos en acumular tesoros en el cielo, es decir, en invertir en aquello que tiene valor eterno.

Nuestros tesoros terrenales pueden ser riquezas materiales, posesiones, reconocimiento social o cualquier cosa que consideremos de gran valor en este mundo. Sin embargo, Jesús nos recuerda que estas cosas no perdurarán, y que nuestra verdadera riqueza debe estar en aquello que trasciende esta vida. Esto incluye nuestra relación con Dios, nuestras acciones de amor y servicio hacia los demás, y la edificación de un carácter conforme al de Cristo.

Al reflexionar sobre este pasaje, es importante considerar en qué áreas de nuestra vida estamos invirtiendo tiempo, energía y recursos. ¿Estamos enfocados en acumular riquezas terrenales, o estamos priorizando las cosas que tienen valor eterno? ¿Dónde está nuestro tesoro? Esta reflexión nos invita a evaluar si nuestras prioridades están alineadas con el Reino de Dios y con sus enseñanzas.

Jesús nos anima a buscar el Reino de Dios y su justicia en primer lugar (Mateo 6:33), confiando en que todas las demás cosas necesarias nos serán añadidas. Al depositar nuestro tesoro en el cielo, estamos reconociendo que nuestra verdadera seguridad y satisfacción no provienen de las posesiones materiales, sino de nuestra relación con Dios y de vivir de acuerdo a sus principios y propósitos.

Oración

Querido Dios, te agradecemos por tu Palabra que nos guía y nos enseña. Al reflexionar sobre Mateo 6:19-21, reconocemos que a menudo nos dejamos llevar por la búsqueda de tesoros terrenales, descuidando aquello que tiene valor eterno. Perdona nuestra tendencia a enfocarnos en lo temporal en lugar de lo eterno, y ayúdanos a reorientar nuestras prioridades según tu voluntad.

Señor, ayúdanos a invertir en aquello que edifica tu Reino, a buscar tu justicia y a vivir en obediencia a tus mandamientos. Que nuestro corazón esté puesto en las cosas que te agradan, y que nuestras acciones reflejen el amor y la gracia que has derramado sobre nosotros. Enséñanos a ser mayordomos fieles de los recursos que nos has dado, utilizando todo lo que tenemos para glorificarte y bendecir a otros.

Concede, Señor, que podamos discernir cuáles son los tesoros verdaderamente valiosos, y danos la sabiduría para apartar nuestra mirada de las cosas que perecen. Que nuestra vida sea un testimonio de nuestra confianza en ti como nuestro mayor tesoro. En el nombre de Jesús oramos, amén.

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