DIOS ES UN DIOS DE PROMESAS

Versículo Isaías 7:14 dice: "Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí, la doncella concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel."

El versículo de hoy nos habla de la promesa que Dios hizo al pueblo de Israel a través del profeta Isaías. En este versículo se nos dice que una doncella concebirá y dará a luz un hijo, y este niño será llamado Emanuel, lo cual significa "Dios con nosotros". Esta es una de las profecías más importantes en la Escritura, ya que se refiere al nacimiento de Jesucristo, quien vino a la tierra para cumplir el propósito de salvación de Dios para la humanidad.

Este versículo nos recuerda que Dios es un Dios de promesas, y que Él cumple lo que promete. Nos muestra que incluso en los momentos más oscuros de nuestra vida, Dios siempre tiene un plan y un propósito para nosotros, todo lo hace para bien. El nacimiento de Jesucristo, el Hijo de Dios, es una señal de que Dios siempre cumple su promesa.

Oración

Padre Celestial, te doy gracias por tu inmensa bondad y amor hacia mí. Gracias por prometer un salvador para la humanidad y cumplir esa promesa a través del nacimiento de tu Hijo, Jesucristo. Ayúdame a mantener mi fe en ti en todo momento, especialmente cuando las cosas no van bien en mi vida y me sienta preocupado o ansioso. Permíteme confiar en tu promesa y en tu amor eterno. Te agradezco por estar siempre presente en mi vida, incluso cuando no lo siento.

Padre, ayúdame a mantener una mentalidad positiva y un corazón agradecido. Permíteme siempre estar agradecido por tus bendiciones y por las cosas maravillosas que haces por mí. Ayúdame a recordar que, aunque enfrento situaciones difíciles, siempre tengo la esperanza y los recursos proporcionados por ti. Permíteme confiar en tu plan y ver que en tu voluntad todo siempre va encaminado para mi bien.

Señor, oro para que me des la fuerza y la paciencia necesarias para superar los momentos difíciles. Ayúdame a estar siempre cerca de ti, y en adoración y alabanza a ti en todo momento. Me someto a ti mi vida, en todas mis decisiones y busco seguir tu voluntad y tus mandamientos. Me alegro de que tengas cuidado de mí, y que siempre vayas más allá en amor y misericordia. Ciertamente mi fe y esperanza sigue firme al creer en tus promesas, en tu guía y en tu compañía, sobre todo, en ti mi Dios eterno.

En el nombre de Jesús, nuestro Salvador, amén.