¿Si Dios es soberano, El es responsable del mal?


No, la Escritura dice que cuando Dios termino la creación, El vio todo lo que había hecho y lo declaro “bueno en gran manera” (Génesis 1:31). Muchas Escrituras afirman que Dios no es el autor del mal: “Dios no puede ser tentado por el mal, y El mismo no tienta a nadie” (Santiago 1:13). “Dios es luz, y en El no hay tiniebla alguna” (i Juan 1:5).”Dios no es Dios de confusión” (1 Corintios 14:33)—y si esto es cierto, El de ninguna manera puede ser el autor del mal.

Ocasionalmente alguien citara a Isaías 45:7 (Reina Valera) y tratarán de afirmar que comprueba que Dios hizo que el mal fuera como parte de Su creación: Yo formo la luz y creó las tinieblas, Yo hago la paz y creo la adversidad. Yo Jehová soy el hago todo esto (Énfasis agregado).

Pero en La Biblia de Las Américas da el sentido de Isaías 45:6-7 más claramente: “No hay ninguno fuera de mí. Yo soy el Señor y no hay otro; el que forma la luz y crea las tinieblas, el que causa paz y crea calamidades, Yo soy el Señor, el que hace todas estas cosas.” En otras palabras, Dios trama la calamidad como juicio para los malvados. Pero en ningún sentido es el autor del mal.

El mal se origino, no en Dios, sino que de la criatura caída salió. Yo estoy de acuerdo con lo que dice Juan Calvino, quien escribió,

El Señor declaro que “todo lo que había hecho…era bueno en gran manera” [Génesis 1:31]. ¿Cuando, entonces vino esta maldad al hombre, que le causo a alejarse de Dios? No vayamos a pensar que vino de la creación, Dios puso Su sello de aprobación en lo que El creo. Por su propia intención malvada el hombre corrompió la naturaleza pura que el Señor le dio, y por su caída se llevo a toda su posteridad con el a la destrucción. Por ello, deberíamos contemplar la causa evidente de condenación en la naturaleza corrompida de la humanidad—que está más cercana a nosotros—en vez de buscar una causa incomprensible, escondida en la predestinación de Dios. [Institutos de la Religión Cristiana 3:23:8]

Pienso que ayuda a tener un entendimiento, de que el pecado no es una cosa que fue creada. El pecado no es sustancia, no es ser humano, espíritu, ni materia. Así que no es propio técnicamente, pensar que el pecado es algo que fue creado. El pecado es simplemente la necesidad de perfección moral en un humano creado. Humanos caídos cargan la completa responsabilidad por su pecado. Y toda la maldad del universo procede de los pecados de humanos caídos.

Por ejemplo, Romanos 5:12 dice que la muerte entro al mundo por causa del pecado. La muerte, el dolor, la enfermedad, el estrés, el cansancio, la calamidad, y todas las cosas malas que pasan vinieron como resultado de la entrada del pecado al universo (ver Génesis 3:14-24). Todos los efectos del pecado seguirán trabajando en el mundo mientras que el pecado exista.

1 de Corintios 10:13 promete que Dios no permitirá una prueba más fuerte que la que podamos soportar. Y Santiago 1:13 nos dice que Dios no nos tentará con maldad.

Dios es ciertamente soberano sobre la maldad. Hay un punto, donde hasta es apropiado decir que la maldad es parte de Su decreto eterno (controlada por Él). El planeó por ella. No lo tomo por sorpresa. No es una interrupción de Su plan eterno. El declaro el fin y el principio, y El sigue trabajando todas las cosas para Su bien y para Su propio placer (Isaías 46:9-10).

Pero el papel de Dios en referencia a la maldad nunca es que El sea su autor. El simplemente permite trabajar a los agentes de la maldad, entonces decide en contra de la maldad para Sus propias sabias y santas desenlaces (Romanos 8:28).

Para más estudio: Jay Adams, The Grand Demonstration /La gran demostración (Santa Barbara, CA: Eastgate, 1991).

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