LA ALEGRÍA DE DAR CON UN CORAZÓ GENEROSO

"Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre."
2 Corintios 9:7 (RVR60)

Introducción: El Corazón Detrás de la Ofrenda
En un mundo donde el dar muchas veces se asocia con obligación, presión o incluso culpa, el apóstol Pablo nos recuerda en este versículo una verdad transformadora: Dios no solo se interesa por lo que damos, sino por cómo lo damos. La generosidad cristiana no se mide únicamente por la cantidad, sino por la actitud del corazón.

1. "Cada uno dé como propuso en su corazón"
Pablo enfatiza la importancia de la decisión personal y voluntaria en el acto de dar. No es algo impuesto, sino una respuesta libre y reflexiva. Cuando damos, debemos hacerlo con un propósito claro, habiendo meditado en cómo podemos ser instrumentos de bendición.

Dios no quiere dádivas forzadas, sino ofrendas que nazcan de un corazón dispuesto. Esto refleja la misma libertad con la que Cristo nos amó: "No por obligación, sino por amor."

2. "No con tristeza, ni por necesidad"
El apóstol advierte contra dos actitudes peligrosas al dar:

"No con tristeza": Dar con resentimiento o pesar anula el gozo de la generosidad. Si damos sintiendo que perdemos algo, en lugar de creer que estamos sembrando para Dios, nuestro acto pierde su esencia espiritual.

"Ni por necesidad": Esto puede referirse a dar por presión externa (como el qué dirán) o por un sentido de obligación legalista. La verdadera ofrenda no nace de la coerción, sino de la convicción.

3. "Porque Dios ama al dador alegre"
Aquí encontramos el corazón del mensaje: Dios no solo recibe nuestra ofrenda, sino que se deleita en el dador que entrega con gozo. La palabra "alegre" (en griego "hilaron") implica un espíritu festivo, lleno de gratitud y desprendimiento.

Jesús ejemplificó esto al entregarse por nosotros "por el gozo puesto delante de Él" (Hebreos 12:2). Cuando damos con alegría, reflejamos el carácter de Cristo, quien dio todo por amor.

Aplicación Práctica: ¿Cómo Dar con Alegría?
Examina tu motivación: ¿Das por amor o por deber?

Planifica tu generosidad: Como sugiere el versículo, propón en tu corazón cómo y cuánto dar.

Recuerda la promesa: Dios bendice al que da con gozo (2 Corintios 9:8-11).

Conclusión: La Generosidad como Adoración
Dar no es solo un acto económico; es un acto de adoración. Cuando ofrendamos con alegría, declaramos que Dios es nuestro proveedor y que confiamos en Su fidelidad.

Oración
Padre celestial, gracias por recordarme que Tú amas al que da con alegría. Ayúdame a cultivar un corazón generoso, libre de egoísmo y lleno de gratitud por todo lo que me has dado. Enséñame a dar no por obligación, sino como una respuesta de amor a Ti y a los demás. Que cada ofrenda que entregue sea un acto de adoración, confiando en que Tú suplirás todas mis necesidades. En el nombre de Jesús, amén.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Aclaración

Este Blog no tiene fines de lucro, ni propósitos comerciales, el único interés es compartir los gustos y las preferencias de su autor, con personas afines. Julio Carreto. Predicador