El versículo de Efesios 5:11 dice: "Y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendedlas".
Reflexión
Este versículo nos brinda una instrucción clara y directa: no debemos participar en las obras infructuosas de las tinieblas. Las "obras de las tinieblas" se refieren a las acciones y comportamientos que son contrarios a la voluntad de Dios y que no producen ningún fruto positivo. En otras palabras, son aquellas cosas que nos alejan de Dios y no nos acercan a su luz y verdad.
Rechazar las Obras de las Tinieblas
Como creyentes, estamos llamados a vivir de manera diferente al mundo que nos rodea. En Romanos 12:2, Pablo también nos exhorta a no conformarnos a este siglo:
"No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta".
El rechazo de las obras de las tinieblas implica un cambio en nuestra manera de pensar y actuar. Debemos estar dispuestos a abandonar cualquier comportamiento o práctica que sea incompatible con nuestra fe en Cristo.
Reprender las Obras de las Tinieblas
Además de no participar en las obras de las tinieblas, Efesios 5:11 nos llama a reprenderlas. Reprender implica señalar y corregir lo que está mal. No se trata solo de evitar el pecado personalmente, sino también de ser una luz que expone la oscuridad y guía a otros hacia la verdad. En Mateo 5:14-16, Jesús nos dice:
"Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos."
Ser luz en el mundo implica vivir de manera tal que nuestras acciones y palabras expongan la verdad y rectitud de Dios, inspirando a otros a alejarse de las tinieblas.
Caminando en la Luz
Efesios 5:8-10 nos llama a vivir como hijos de luz:
"Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz (porque el fruto del Espíritu es en toda bondad, justicia y verdad), comprobando lo que es agradable al Señor".
Vivimos como hijos de luz al manifestar en nuestra vida el fruto del Espíritu: bondad, justicia y verdad. Al hacerlo, no solo evitamos las obras de las tinieblas, sino que también demostramos lo que es agradable a Dios.
Aplicación Práctica
Evaluar nuestras acciones: Reflexionar sobre nuestras prácticas diarias y eliminar aquellas que no producen fruto positivo o que contrarían la voluntad de Dios.
Ser un ejemplo de luz: Vivir de manera tal que nuestras acciones y palabras reflejen la verdad y justicia de Dios, inspirando a otros a alejarse de las tinieblas.
Reprender con amor: Cuando sea necesario, corregir comportamientos y prácticas equivocadas, siempre con amor y compasión, guiando a otros hacia la luz de Cristo.
Oración
Amado Padre Celestial,
Te damos gracias por llamarnos a ser luz en este mundo. Ayúdanos a evitar las obras infructuosas de las tinieblas y a reprenderlas con amor y sabiduría. Llénanos con tu Espíritu Santo para que podamos vivir en bondad, justicia y verdad, reflejando tu luz en todo lo que hacemos. Guíanos para ser un ejemplo de tu amor y gracia, y ayúdanos a guiar a otros hacia ti.
En el nombre de Jesús, nuestro Señor y Salvador, oramos.
Amén.
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