EL PODER DEL EVANGELIO: VIVIR SIN VERGÜENZA POR CRISTO

"Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego". Romanos 1:16 (RVR60).

Este versículo, escrito por el apóstol Pablo, contiene una declaración de fe poderosa y desafiante. Pablo expresa su compromiso con el evangelio de Jesucristo, reconociendo el poder que tiene para transformar vidas y salvar almas. En un mundo donde la fe cristiana a menudo se encuentra en contradicción con las filosofías y valores predominantes, las palabras de Pablo resuenan como un recordatorio de la importancia de abrazar y compartir el evangelio sin vergüenza ni temor.

Cuando Pablo dice: "No me avergüenzo del evangelio", está afirmando su total compromiso con el mensaje de Cristo, incluso ante la oposición. En la época de Pablo, profesar la fe en Cristo significaba enfrentarse a la persecución, al rechazo social y a la incomprensión de muchos. Sin embargo, Pablo estaba dispuesto a soportar cualquier dificultad con tal de proclamar el evangelio. Esta declaración nos desafía hoy a examinar nuestra propia disposición a compartir nuestra fe, a pesar de las posibles reacciones o rechazos que podamos enfrentar.

El "evangelio" al que se refiere Pablo es el mensaje de salvación a través de Jesucristo: que, a través de Su muerte y resurrección, hemos sido reconciliados con Dios y tenemos la esperanza de vida eterna. Este mensaje no es solo una filosofía o una enseñanza ética, sino una verdad poderosa que trae vida, libertad y transformación a quienes la reciben. El evangelio es la "buena noticia" de que Dios nos ama tanto que envió a Su Hijo a morir por nuestros pecados, para que podamos ser restaurados en una relación con Él. Es un mensaje de gracia y redención que tiene el poder de cambiar radicalmente la vida de cualquier persona que lo reciba.

La frase "porque es poder de Dios para salvación" resalta que el evangelio no es solo una palabra humana, sino que tiene el poder sobrenatural de Dios. Es a través de este mensaje que Dios actúa para rescatar, sanar y transformar a quienes creen. La palabra "poder" proviene del griego "dynamis", de donde obtenemos la palabra "dinamita". Así, el evangelio es algo explosivo, capaz de romper las cadenas de la esclavitud espiritual, liberar a los cautivos y dar nueva vida a los muertos en pecado. Este poder no es algo que podamos producir nosotros mismos; es la obra del Espíritu Santo en acción, revelando la verdad y atrayendo a las personas hacia Cristo.

La salvación es el centro del mensaje del evangelio. Pablo enfatiza que el evangelio es "para salvación a todo aquel que cree", recordándonos que el propósito final del evangelio es llevarnos a una relación restaurada con Dios. La salvación no es algo que podamos ganar por nuestros propios méritos o esfuerzos; es un regalo gratuito de Dios, que se recibe a través de la fe en Jesucristo. Esta salvación no es solo un destino final, sino una vida transformada aquí y ahora. Es la libertad de la culpa y el poder del pecado, y el comienzo de una vida abundante y llena de propósito en Cristo.

Pablo también menciona que el evangelio es "al judío primeramente, y también al griego". Esto subraya la universalidad del evangelio: no importa nuestra cultura, origen o pasado, la salvación está disponible para todos. La referencia al judío primero es un reconocimiento de que el plan de Dios comenzó con el pueblo de Israel, pero también extiende Su gracia a toda la humanidad. Así, todos están invitados a recibir esta salvación por medio de la fe. Esto nos recuerda la importancia de compartir el evangelio con todos, sin discriminar ni hacer acepción de personas, sabiendo que el amor y la salvación de Dios están abiertos para todos los que crean.

Este versículo también nos reta a vivir sin vergüenza ni temor por nuestra fe en Cristo. En una sociedad que puede ser hostil a los valores cristianos, proclamar el evangelio a menudo requiere valentía. Pablo nos anima a no esconder nuestra fe, sino a estar orgullosos de ella, porque sabemos que el evangelio es el mensaje más poderoso y transformador que existe. La invitación es a caminar con confianza, sabiendo que el evangelio tiene el poder de cambiar el mundo y dar esperanza y vida a quienes lo reciben.

Oración

Señor, gracias por el poder de Tu evangelio, que trae salvación y transforma vidas. Ayúdame a no avergonzarme de este mensaje y a proclamarlo con valentía, sabiendo que es Tu poder en acción. Que mi vida refleje la verdad de Tu evangelio y que muchos más puedan conocerte a través de mi testimonio. Dame la fe y la fortaleza para vivir y compartir este mensaje, sabiendo que es para todos aquellos que creen. En el nombre de Jesús, amén.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Aclaración

Este Blog no tiene fines de lucro, ni propósitos comerciales, el único interés es compartir los gustos y las preferencias de su autor, con personas afines. Julio Carreto. Predicador