"Como el Padre me ha amado, así también yo os he amado; permaneced en mi amor". Juan 15:9 (RVR60)_
En este versículo, Jesús nos da una declaración profunda de amor y nos hace una invitación a vivir dentro de esa realidad. Juan 15 es un pasaje donde Jesús habla de Su relación con Sus discípulos, de la intimidad que deben tener con Él, y de los frutos que nacerán de esa unión. En el versículo 9, Jesús revela algo crucial: que el mismo amor con el que Dios Padre lo ama, Él nos lo da a nosotros. Es una invitación a experimentar un amor perfecto, constante y eterno.
"Como el Padre me ha amado" nos ofrece una visión de la profundidad del amor entre Dios Padre y Dios Hijo. Este amor es perfecto, eterno, e inquebrantable. Desde la eternidad, el Padre ha amado al Hijo con una intensidad y una pureza que sobrepasa nuestro entendimiento humano. Este es un amor que no depende de circunstancias, logros, o fallos. Es un amor que va más allá de todo entendimiento humano, y Jesús, al declarar que este es el amor con el que nos ama, nos ofrece una promesa de seguridad y aceptación sin condiciones.
Al decir "así también yo os he amado", Jesús declara que Él nos ama con ese mismo amor perfecto. No es un amor humano, limitado por nuestros errores o cambios de ánimo; es un amor divino, que fluye de Su relación con el Padre y que se extiende hacia nosotros. No hay nada que podamos hacer para merecer este amor, ni hay nada que pueda separarnos de él. Jesús nos ama de manera completa, fiel y sin reservas, a pesar de nuestras fallas, dudas o caídas. Este amor es una base firme sobre la cual podemos edificar nuestra vida, pues no cambia ni se desvanece.
La instrucción "permaneced en mi amor" es una invitación y, al mismo tiempo, un mandato. Jesús nos llama a permanecer, es decir, a vivir, habitar, y reposar en Su amor. Permanecer en Su amor implica una comunión continua y un anhelo de permanecer cerca de Él. No es algo que hacemos solo en los momentos difíciles o en nuestras necesidades; se trata de un estilo de vida que depende de la cercanía y dependencia de Cristo en todo momento. Es en ese permanecer donde encontramos paz, identidad y propósito.
Permanecer en Su amor también nos desafía a confiar y a descansar en Su amor, especialmente en momentos de dificultad, cuando no podemos entender lo que sucede. En esos momentos, el llamado a permanecer en Su amor nos ayuda a recordar que Su amor es la verdad que nos sostiene, más allá de cualquier circunstancia. A veces, cuando la vida es dura y sentimos que no hay esperanza, recordar que Jesús nos ama con el mismo amor con el que el Padre lo ama nos fortalece y nos da esperanza.
Además, permanecer en Su amor significa también responder a ese amor. Su amor nos transforma, nos moldea y nos lleva a amar a los demás de la misma manera. Cuando permanecemos en Su amor, recibimos Su paz, Su gozo, y también Su compasión. Nos lleva a reflejar Su carácter y a vivir de acuerdo a Sus principios, porque nuestro corazón se llena con Su presencia. Jesús nos llama a permanecer en Su amor para que Su amor nos llene y, al hacerlo, podamos llevar ese amor al mundo que nos rodea.
Oración
Señor Jesús, gracias por amarme con el mismo amor que el Padre te ha dado. Ayúdame a permanecer en ese amor cada día, confiando en Ti y descansando en Tu fidelidad. Que Tu amor transforme mi corazón y mi vida, y que pueda reflejarlo a quienes me rodean. Enséñame a permanecer en Ti en cada circunstancia, para que siempre encuentre paz y seguridad en Tu amor eterno. En Tu nombre, amén.
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