EL PROPÓSITO DE JESÚS EN LA TIERRA

El versículo Lucas 19:10 dice: "Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido". 

Este versículo es una declaración impactante del propósito de la venida de Jesús a la tierra.

El contexto de Lucas 19:10 es crucial para comprender plenamente su significado. Jesús estaba hablando con Zaqueo, un recaudador de impuestos despreciado por la sociedad de la época. A pesar de la percepción negativa que otros tenían de Zaqueo, Jesús lo vio de manera diferente. Jesús vio a Zaqueo como alguien valioso, alguien a quien valía la pena salvar. Esta actitud de Jesús hacia Zaqueo es un reflejo del corazón de Dios para con toda la humanidad.

El versículo comienza con la frase "Porque el Hijo del Hombre vino". Esta declaración se refiere a la encarnación de Jesús, su venida a la tierra en forma humana. La encarnación es un concepto central en la fe cristiana, ya que representa el amor de Dios manifestado en la persona de Jesucristo. El propósito de esta venida, según el versículo, es "buscar y salvar lo que se había perdido". Aquí, Jesús revela su misión divina: buscar y salvar a los perdidos.

La palabra "buscar" en este contexto es significativa. Implica una búsqueda activa y persistente. Jesús no espera pasivamente a que las personas se acerquen a él, sino que él mismo sale en busca de aquellos que necesitan su amor y redención. Esta búsqueda es un recordatorio del amor incondicional de Dios por la humanidad. A menudo, nos sentimos perdidos, solos o sin esperanza, pero Jesús nos busca y nos invita a acercarnos a él.

La palabra "salvar" también es fundamental en este versículo. Jesús no solo busca a los perdidos, sino que también ofrece salvación. La salvación que Jesús ofrece va más allá de las circunstancias temporales; es una salvación eterna que restaura la relación rota entre Dios y el ser humano. Es un acto de redención que libera a los que estaban perdidos del pecado y les ofrece una nueva vida en comunión con Dios.

Al reflexionar sobre Lucas 19:10, es importante reconocer que todos somos, en cierto sentido, los "perdidos" a los que Jesús vino a buscar y salvar. Aunque nuestras circunstancias individuales pueden variar, todos compartimos la experiencia de la separación espiritual de Dios debido al pecado. Sin embargo, la buena noticia es que Jesús vino a ofrecer una solución a esta situación. Su búsqueda y su salvación son un regalo disponible para todos los que lo reciben con fe.

La aplicación personal de este versículo es profunda y transformadora. Nos recuerda que no importa cuán perdidos nos sintamos, Jesús está activamente comprometido en buscarnos y ofrecernos la salvación. Nos anima a acercarnos a Jesús con confianza, sabiendo que su amor y su gracia son suficientes para restaurarnos.

También nos desafía a compartir este mensaje de esperanza con otros, reconociendo que todos necesitan la búsqueda y la salvación de Jesús.

En respuesta a esta revelación del amor de Dios, podemos orar con gratitud y compromiso.

Oración 

Dios amado, gracias por enviar a tu Hijo, Jesucristo, para buscar y salvar a los que estábamos perdidos. Reconocemos que, sin tu intervención, estaríamos separados de ti para siempre. Gracias por tu amor incondicional que nos busca activamente en medio de nuestra perdición. Ayúdanos a aceptar tu salvación con humildad y a vivir de acuerdo con tu voluntad. Permítenos ser instrumentos de tu amor y gracia, compartiendo la buena noticia de Jesús con aquellos que necesitan escucharla. Que nuestras vidas reflejen la transformación que viene de encontrarte y experimentar tu salvación. En el nombre de Jesús, amén.

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Aclaración

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