Halloween

Para muchos cristianos estadounidenses, Halloween es inocente, inofensivo y divertido, con paseos para pedir dulces, calabazas, y disfraces cuidadosamente elaborados.

Para otros, sin embargo —especialmente para algunos cristianos conservadores y fundamentalistas— Halloween es una celebración del mal y no tiene cabida en la vida de un creyente.

“Nosotros no lo aprobamos o no lo celebramos”, dice Joe Hernández, sacerdote de la Iglesia Worshipwalk en Los Ángeles, que pertenece a la tradición pentecostal conservadora. “La gente está celebrando la fiesta del diablo”.

Se cree que las raíces de Halloween se remontan a hace 1,400 años, a la celebración del Año Nuevo en la Irlanda pagana. El Año Nuevo celta comienza el 1 de noviembre. La gente encendía hogueras y se disfrazaba para evitar a los fantasmas errantes y a los malos espíritus.

Algunos cristianos, como Hernández, creen que las raíces paganas del Halloween pueden abrir la puerta al mal. Es por eso que Worshipwalk está organizando un festival de la cosecha en el estacionamiento de la iglesia, el lunes, con juegos infantiles y pintura facial.

Hernández la llama cosecha de corazones para Dios.

Algunas iglesias conservadoras dan un paso más allá, tratando de destacar esta celebración con casas embrujadas —llamadas casas del infierno— que están diseñadas para dar una idea de la condenación eterna, con la esperanza de fortalecer la fe.

“Existen mentiras de Satanás y existe la redención de Jesús, y hay un mensaje que cambiará tu vida”, dice Keenan Roberts, quien afirma ser el inventor de las casas del infierno, por las que la gente puede caminar o pasar, tal como lo harían en una casa embrujada.

“Está diseñada para tocar a la generación de la visión y el sonido”, dice Roberts. “El mensaje es sagrado, pero el método no lo es”.

Las casas del infierno pueden ser gráficas. En la casa del infierno de Roberts —que comercializa a través de sus Hell Houses Ministries— actores de carne y hueso representan escenas de aborto, violación, suicidio y asesinato, aunque el viaje a través de la casa culmina con escenas de la redención a través de Jesús.

Roberts, sacerdote de la iglesia fundamentalista New Destiny cerca de Denver, Colorado, dice que su ministerio ha recibido muchas críticas de quienes dicen que se trata de “ir demasiado lejos”.

Pero dice que los niños de hoy son tan insensibles que él hará lo que sea necesario para lograr que el mensaje de salvación eche raíces.

Los protestantes tradicionales tienden a adoptar una línea mucho más suave el día de Halloween, y algunas de las iglesias principales adoptan esta fiesta.

“Para mí, Halloween es un momento para divertirse”, dice Wayne Walters, sacerdote de la Primera Iglesia Metodista Unida en Burbank, California. “Recuerdo que cuando era niño, iba a pedir dulces en Halloween. Yo iba por los caramelos”.

“Y en Navidad, pongo galletas y leche para Santa Claus, quien siempre se toma el tiempo para sentarse y disfrutarlas”, continúa. “No creo que nada de eso haya tenido una influencia negativa, ni destruyó o disminuyó mi fe”, dice.

Walters dice que existen muchas tradiciones no religiosas relacionadas con las fiestas cristianas, incluyendo a Santa Claus y el Conejo de Pascua, lo cual no significa que esas celebraciones sean no-cristianas.

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