Primero
que todo, ¿Qué es la paciencia?
Es tolerancia, no pagar con
la misma moneda, es firmeza, capacidad de soportar, sin quejas.
Es el saber esperar hasta
que se cumpla el plan de Dios para mi vida. El que es paciente, hace las tareas
de todos los días, lo que olvidó y las más difíciles, sin quejas y sirviendo al
Señor.
El discípulo de Jesús
también tiene que aprender a soportar con paciencia y esperanza, las pruebas
que constantemente nos salen al encuentro en la vida diaria. Mantenernos en
Dios pase lo que pase, este será el mayor gesto de paciencia.
Aunque muchas personas
hablan de las pruebas que nos manda el Señor, yo no lo veo así, Dios no
necesita ponernos a prueba para conocer nuestra fe en Él, puesto que la conoce
de sobra, es nuestro amoroso Padre y como tal es “lento para la ira y grande en amor y
fidelidad” Éxodo 34:6
Dios es paciente:
Números
14:18 Eres lento para la ira y grande en amor, y que
aunque perdonas la maldad y la rebeldía, jamás dejas impune al culpable, sino
que castigas la maldad.
Salmos
86:15
Pero tú, Señor, eres Dios clemente
y compasivo, lento para la ira, y grande en amor y verdad.
Nahúm 1:3 El Señor es lento para
la ira, imponente en su fuerza. El Señor no deja a nadie sin castigo.
Camina en el huracán y en la tormenta; las nubes son el polvo de sus pies
Romanos
2:3-4 ¿Piensas
entonces que vas a escapar del juicio de Dios, tú que juzgas a otros y sin
embargo haces lo mismo que ellos? ¿No ves que desprecias las riquezas de
la bondad de Dios, de su tolerancia y de su paciencia, al no reconocer que su
bondad quiere llevarte al arrepentimiento?
2 Pedro 3:9 El Señor no tarda en cumplir su
promesa, según entienden algunos la tardanza. Más bien, él tiene paciencia con
ustedes, porque no quiere que nadie perezca sino que todos se arrepientan.
Tomemos como ejemplo a Job, quien
perdiéndolo todo, nunca perdió la fe en el Señor y este, en el momento preciso
le restituyó con el doble de lo que había perdido.
Job 42:10 Después de haber orado Job por sus amigos, el Señor lo hizo prosperar de nuevo
y le dio dos veces más de lo que antes tenía.
1 Timoteo
1:15-16
Cristo Jesús vino al mundo a
salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero. Pero precisamente
por eso Dios fue misericordioso conmigo, a fin de que en mí, el peor de los
pecadores, pudiera Cristo Jesús mostrar su infinita bondad. Así vengo a ser
ejemplo para los que, creyendo en él, recibirán la vida eterna.
Recompensas de la
paciencia
La
paciencia nos proporciona un final mejor que el presente:
Eclesiastés 7:8 Vale más el
fin de algo que su principio. Vale más la paciencia que la arrogancia.
Romanos 2:6-7 Porque
Dios «pagará a cada uno según lo que merezcan sus obras». Él
dará vida eterna a los que, perseverando en las buenas obras, buscan gloria,
honor e inmortalidad.
1 Pedro 2:20 Pero ¿cómo
pueden ustedes atribuirse mérito alguno si soportan que los maltraten por hacer
el mal? En cambio, si sufren por hacer el bien, eso merece elogio delante de
Dios.
Santiago 1:4 Y
la constancia debe llevar a feliz término la obra, para que sean perfectos e
íntegros, sin que les falte nada.
Colosenses 1:10-11 Para que vivan
de manera digna del Señor, agradándole en todo. Esto implica dar fruto en toda
buena obra, crecer en el conocimiento de Dios y
ser fortalecidos en todo sentido con su glorioso poder. Así perseverarán con
paciencia en toda situación.
Hebreos 6:11-12 Deseamos,
sin embargo, que cada uno de ustedes siga mostrando ese mismo empeño hasta la
realización final y completa de su esperanza. No
sean perezosos; más bien, imiten a quienes por su fe y paciencia heredan las
promesas.
Como pueden darse cuenta no he
desarrollado el tema sino que más bien he puesto algunos versículos sobre la
paciencia, existen muchísimos, en la Biblia encontraremos que la paciencia es
una virtud cristiana que muy pocos ponemos atención en ella, causándoles, dolor
y congoja.
Aprendamos de la paciencia del Señor
para una vida plena, encomendémonos a Él en nuestras tribulaciones y como Job
pidamos por los demás antes que por nosotros mismos. Él sabe que es lo mejor
para nosotros y nos lo dará en el tiempo justo, ni antes, ni después, los
tiempos de Dios son perfectos, de esto estoy convencido cada día.
Yo era muy impaciente y por este
motivo me equivoqué muchas veces, me sigo equivocando aun, pero he adquirido
paciencia a lo largo de mi vida, ya no cometo tantos errores por impaciente y
las recompensas que el Señor me ha dado van más allá de cualquier cosa que
hubiere deseado o esperado.
Hoy vivo lleno de amor que es un
regalo del Padre, así que pongamos coto a nuestro desenfreno y vivamos
intensamente cada instante de nuestra vida ya que es un regalo de Dios.
No se preocupen por el dinero, mejor
ocúpense trabajando, no se preocupen por la falta de amor, mejor ocúpense en darlo,
no se preocupen por las enfermedades, mejor ocúpense en cuidar su salud, todo
será recompensado con creces, con sobreabundancia, mientras mantengamos la perseverancia
y paciencia y nunca perder la fe en nuestro Señor, hagamos día con día que
nuestra relación con Dios sea más fuerte, dediquémosle tiempo, Él nunca nos
abandona por más escabroso que sea el camino o más aniquilante sea la angustia,
sigamos el ejemplo de Jesucristo que soportó pacientemente un cruel, despiadado
e injusto martirio, para salvarnos, por amor.
Encontré
lo que muestro adelante de Johann Wolfgang von
Goethe, quien fue un poeta, novelista, dramaturgo y científico alemán que ayudó
a fundar el romanticismo, movimiento al que influenció profundamente, las
tituló “Nueve requisitos para vivir contentos”, me parece muy prudente
convertirlo en una oración muy peculiar hacia Dios, yo le he agregado “Dame Señor”:
1.
Suficiente
salud como para que el trabajo sea un placer.
2.
Suficiente
riqueza como para satisfacer tus necesidades.
3.
Fortaleza
para luchar contra las dificultades y vencerlas.
4.
Suficiente
gracia para confesar mis pecados y abandonarlos.
5.
Suficiente
paciencia hasta que se logre algo bueno.
6.
Suficiente
caridad como para ver algo bueno en nuestro prójimo.
7.
Suficiente
amor como para hacer que sea útil y servicial a los demás.
8.
Suficiente
fe como para hacer reales las cosas de dios.
9.
Suficiente
esperanza como para eliminar todos los temores ansiosos con respecto al futuro.
La virtud
de la paciencia la obtenemos cuando hay amor, el amor inspirado por el Señor en
nosotros, como soplo de vida e inspiración divina.
1 Corintios 13:4 El amor es paciente, es bondadoso. El amor no es
envidioso ni jactancioso ni orgulloso.
Así que logremos la virtud de la paciencia en la fe en el Señor y en el amor que nos prodiga. En el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén.
Nota: Los versículos han sido tomados de la Nueva Versión Internacional de la Biblia.
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