La Biblia nos advierte sobre los pecados de la lengua

- “Yo les digo que en el día del juicio los hombres tendrán que dar cuenta hasta de las palabras ociosas que hayan dicho. Por tus palabras serás declarado justo, y por lo que digas vendrá tu condenación”. (Mateo 12:36-37) 

- “Ustedes han escuchado que se dijo a sus antepasados “No matarás” y el que mate deberá responder ante la justicia. Yo les digo más: cualquiera que se enoje contra su hermano comete un delito y el que lo insulte merece ir ante el Tribunal Supremo, y el que lo llame tonto es digno del infierno”. (Mateo 5:21-22) 

- “¿No comprenden que todo lo que entra por la boca va a parar al vientre y después sale del cuerpo, mientras que lo que sale de la boca procede del corazón, y eso es lo que hace impuro al hombre? En efecto, del corazón proceden los malos deseos, asesinatos, adulterios, inmoralidad sexual, mentiras, chismes. Esas son las cosas que hacen impuro al hombre”. (Mateo 15:17-21) 

- “Por la lengua cae el hombre. Que no te llamen calumniador, porque al ladrón le llega la deshonra, pero la condena será aún más severa para el hombre de doble lengua”. (Sirach 5:11-14) 

- “Quien se preste a la calumnia no encontrará descanso ni hallará paz. Muchos han caído por la espada, pero muchos más caerán por la lengua” (Sirach 28:15-18) 

- “Nada se halla tan oculto que no vaya a ser descubierto, nada escondido que no deba ser conocido. Por eso, todo lo que digan a oscuras será oído de día; y lo que digan al oído en los lugares más retirados, será proclamado sobre los tejados”. 

- “Hermanos, no se critiquen unos a otros. El que habla en contra de un hermano o juzga mal de él, habla en contra de la ley y juzga en contra de ella. Y si tú juzgas a la ley ya no la cumples, sino que te haces superior a ella. Pero uno solo hizo la ley y a la vez puede juzgar. El que es capaz de salvar o de condenar. Pero quién eres tú para juzgar al prójimo?” (Santiago 4:11-12) 

- “Arranquen de raíz entre ustedes: los disgustos, los arrebatos, el enojo, los gritos, las ofensas y toda clase de maldad. Por el contrario, muéstrense buenos y comprensivos unos con otros, perdonándose mutuamente, como Dios los perdonó en Cristo”. (Efesios 4:30)

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Aclaración

Este Blog no tiene fines de lucro, ni propósitos comerciales, el único interés es compartir los gustos y las preferencias de su autor, con personas afines. Julio Carreto. Predicador