2. CÓMO OBTENER AYUDA CUANDO ESTAS HERIDO

CÓMO OBTENER AYUDA CUANDO ESTAS HERIDO

Hebreos 11:6

La semana pasada dijimos que todos nosotros necesitamos vivir en libertad porque ninguno de nosotros es perfecto. El mundo es imperfecto, todos hemos sido dañados en alguna área emocional, todos tenemos problemas, todos tenemos malos hábitos que nos gustaría cambiar. Todos necesitamos ser libres. Los pasos son los mismos a pesar de cuál sea tu problema: una herida, un mal hábito, una adicción. Hablamos la semana pasada que la raíz que causa todo esto es, mi deseo de controlar las cosas. Entre más inseguro eres, más quieres controlar las cosas: quieres controlar tu vida, la vida de otras personas, tu ambiente – En el fondo deseas ser Dios. Quieres ser el centro de tu universo. Cuando tratamos de controlar todo esto terminas con fatiga, frustración, y fracaso.

¿Cómo romper con eso? Tienes que superar la negación. La negación es lo que nos aleja de movernos hacia la libertad. Nos excusamos: “Realmente no es un problema... Realmente estoy bien... Puedo manejar la situación.” Nos justificamos y acusamos a otros: “Si mi esposa tan sólo actuara correctamente entonces nuestro matrimonio estaría bien.” Y jugamos el juego de la culpa. Y acusamos y nos excusamos y somos cortos de vista. Decimos, “¿Cómo te va?” “Bien, estoy bien.” Así que tenemos que aprender a como tratar con la negación.

¿Cuál es el antídoto para la negación? ¿Qué hace que finalmente afronte mis problemas? El antídoto de Dios para la negación es el dolor. Raramente cambiamos cuando vemos la luz. Cambiamos cuando sentimos el calor. No cambiamos hasta que nuestro dolor excede a nuestro temor a cambiar. La mayoría de las personas casi nunca se mueven hacia la libertad hasta que son forzados a moverse hacia ella, porque ya no hay opción.

Dijimos la semana pasada que el PRIMER PASO A LA LIBBERTAD ES QUE DEBO COMPRENDER QUE NO SOY DIOS, ADMITIR QUE NO SOY CAPAZ DE CONTROLAR MI TENDENCIA A HACER LO MALO Y QUE MI VIDA ES INMANEJABLE. Ese es el primer paso, el paso de la realidad.

El segundo paso a la libertad es: el de la Esperanza. El paso 1 dice, lo admito. Necesito ayuda. No soy capaz. El Paso 2 dice, Hay un poder que tiene buenas noticias. Hay un poder al que se puede conectar para controlar las cosas que no puede dominar por ti mismo.

Sinceramente creo que Dios existe, que le intereso, y que él tiene el poder apara ayudarme en mi libertad. Este segundo paso está basado en Hebreos 11:6 “Cualquiera que se acerca a Dios, debe creer que El existe y que El recompensa a los que sinceramente le buscan.”

Hay tres acciones para tomar el Paso 2 en este camino a la libertad.

I. RECONOCE LA EXISTENCIA DE DIOS.

La mayoría de ustedes no tienen problemas con esto. Ya no quedan muchos ateos. Hay menos ateos hoy que los que había hace 50 años. ¿Por qué? Porque sabemos más del universo hoy que hace 50 años. Entre más descubrimientos científicos tenemos, menos personas están dispuestas a seguir creyendo que todo sucedió por accidente. Donde hay una creación, debe haber un Creador. Donde hay un efecto, debe haber una causa. Donde hay un diseño, debe de haber un diseñador. Entre más conocemos del universo, más convencidos estamos que hay un Creador. Reconoces Su existencia. Romanos 1:20 “Ya que la creación del mundo, las cualidades invisibles de Dios, Su eterno poder, y Su divina naturaleza han sido claramente vistas.” Salmo 19:1 “Los cielos declaran la gloria de Dios.”

De hecho, la Biblia dice que es una necedad no creer en Dios. Es irracional. Es ilógico no creer en Dios. El punto es que Dios cambia vidas hoy en día. Dios existe. El problema no es si hay un Dios. Eso es algo que la mayoría cree. El meollo del asunto es, ¿Qué clase de Dios es él? ¿Cómo es él verdaderamente? El problema es que tenemos algunas ideas bastante extrañas de cómo es Dios.

Desafortunadamente algunos tienen ideas acerca de Dios pensando que El es como un padre de familia. Como tu papá o mamá. Esto es trágico. Porque si tu padre era distante y no era cariñoso, entonces tiendes a pensar que Dios, tu Padre, está distante y no es cariñoso. Si tu padre era alguien a quien se le tenías temor, entonces tiendes a pensar: “Necesito tenerle miedo a Dios.” Si tu padre fue abusivo, entonces tiendes a pensar que Dios es igual. Si tu padre no era amoroso, entonces piensas que también Dios es así. En lugar que Dios te haga a Su imagen, haces a Dios a tu imagen.

II. ENTIENDE EL CARÁCTER DE DIOS

El segundo paso a la libertad no solamente es reconocer su existencia, sino también entender Su carácter. ¿Cómo es Él realmente? Afortunadamente Dios desea que le conozcamos cómo es él. Así que vino a la tierra hace más de 2000 años y vino en forma de ser humano. Vino como Jesucristo. Y él dijo: “así es Dios.” Él si sabe como es Dios. Es por eso que celebramos Navidad y la Semana Santa. Colosenses 1:15 “Cristo es la expresión visible del Dios invisible.” Si deseas saber cómo es Dios, solamente mira a Jesús, porque Él es la expresión visible del Dios invisible.

Si lees acerca de Jesús y estudias su vida, aprenderás mucho de Dios. Específicamente tres cosas son las que aprendemos de Dios por medio de Jesús, eso me ayuda a vencer mis temores, heridas y rencores:

(1) Dios conoce todo acerca de mi situación.

Aprendí que Dios conoce todo con respecto a mi situación, porque Él conoce mis problemas, heridas, y necesidades. Él conoce lo bueno y lo malo. Algunos de ustedes han tenido una semana, un mes, o una vida difícil. Mira lo que dice la Biblia, Salmos 56:8 “Sabes cuan atribulado estoy. Has visto todas mis lágrimas.” ¿No es eso increíble? La Biblia dice que Dios te conoce personalmente y de cerca. Él ha visto tus lágrimas. “Nadie conoce el infierno por el que estoy pasando en este matrimonio.” Estás equivocado, Dios lo conoce. “Nadie sabe cómo estoy luchando por romper con esta adicción, pero no lo puedo sacar de mi mente.” Dios si lo sabe. “Nadie conoce la depresión y el temor por el que estoy atravesando.” Dios sí. Y el ha visto tus lágrimas. El las conoce todas. Nada escapa de Su conocimiento. Salmo 31:7 “Has visto la crisis en mi alma.” Dios está al tanto de tus necesidades y la Biblia dice que El conoce lo que necesitas antes que se lo pidas. El ve la crisis en tu alma en este momento. Salmo 69:5 “Sabes cuan insensato he sido.” A veces deseamos olvidar esta parte. No queremos que Dios sepa todas nuestros equívocos. El hecho es que no hay nada que esté fuera de la vista de Dios. Siempre tienes una audiencia las 24 horas al día. Él conoce los días buenos, y los malos, las malas decisiones, y sorprendentemente todavía te ama. El hecho es que Dios no se sorprende por tu pecado. El no se sorprende, El no se altera, El no se decepciona. El le conoce.

(2) Dios se interesa por mi situación.

Salmo 103:13 “El es como un Padre para nosotros, tierno y compasivo, porque El conoce que somos hechos de polvo.” Dios sabe que somos frágiles, no somos súper humanos. Dios es tierno y compasivo. Esa es la clase de Dios que quiere acercarse a ti. Dios desea ser el Padre que muchos nunca tuvieron. Tierno y compasivo. Dios dice: “Te he amado con amor eterno.” ¿Cómo puede ser eso? ¿Cómo puede Dios amarme? El me ama en los días buenos, en los malos, cuando le sirvo y cuando no lo hago, cuando estoy en lo correcto, y cuando me equivoco. ¿Cómo es que me sigue amando? Porque Su amor es incondicional. No está basado en tu desempeño. Está basado en el carácter de Dios. La Biblia dice que Dios es amor. Y Él dice: “Te he amado con amor eterno”. El no solamente conoce tu situación, El se interesa por eso. “Dios mostró Su gran amor por nosotros, enviando a Cristo a morir por nosotros.” –- Romanos 5: 8.

Algunos de ustedes quienes han trabajando los Doce Pasos conocen que el Paso 2 es el Paso del Poder Supremo. Me gustaría presentarte a su Poder Supremo hoy. Su nombre es Jesucristo. Jesucristo es ese poder al que se puede conectar, porque él conoce tu situación y le interesa. Las mejor de todo es que El tiene el poder para cambiar dicha situación.

(3) Dios puede cambiar mi vida y mi situación.

Esas son buenas noticias. Dios puede cambiar mi vida y mi situación. A veces cambia mi vida, a veces Él cambia la situación. Algunas veces cambia las dos. Pero El está esperando que lo hagas. Y Él tiene el poder. El dice: “tengo el poder.” Si Dios puede levantar a Jesucristo de los muertos, El puede restaurar una relación rota. El puede levantar a una persona que está mal de salud. El puede hacerte libre de una adicción. El puede ayudarte a cerrar la puerta al pasado para que esos recuerdos dejen de perseguirle, si sólo confías en El. Lucas 18:27”Lo que es imposible para los seres humanos, es posible para Dios.” La Biblia dice que nada hay tan difícil para Dios. Dices: “¡No entiendes mi situación. He intentado cambiar pero no puedo!” Nada es imposible con Dios. Y esa situación que parece sin esperanza, no lo es.

Aquí está el punto. Entre más atrases tu dolor, más lejos está tu liberación. Entre más lo niegues, atrases y digas: “No hay problema, no es gran cosa, puedo manejarlo”. Algunas personas, cuando experimentan dolor que es intenso por algún problema actual, se estancan en el pasado en lugar de tratar con el problema de ese momento, enfocan toda su vida en el pasado.

III. ACEPTA LA AYUDA DE DIOS.

No es suficiente solamente creer en Dios. La mayoría de ustedes creen en Dios. Pero eso no quita la herida. Tienes que conectarse al poder y eso es más que creer. Aquí está lo que Dios tiene para ofrecer. Filipenses 2:13 “Porque Dios es quien obra en ustedes, dándoles la voluntad y el poder para alcanzar Su propósito.” Dios dice: “La fuerza de voluntad por ti mismo no es suficiente. Las buenas intenciones no son suficientes. Lo que necesitas es Mi voluntad y Mi poder par ayudarte a cambiar. Yo te haré cambiar.”

¿Qué sucede cuando dispongo mi vida al poder de Dios? ¿Cuándo le pido a Dios que ponga el Espíritu de Jesucristo en mi vida? ¿Qué hace él? La Biblia nos dice exactamente lo que sucede cuando el Espíritu de Dios entra a nuestras vidas. Efesios 5:9 “El Espíritu que Dios da nos llena con su poder, amor y dominio propio.” Eso es lo que requiero en mi vida. Primero, requiero el poder de Dios en mi vida. Quiero poder de Dios para romper con rencores que no puedo romper. Quiero poder para hacer las cosas que sé que son correctas pero que no puedo hacerlas por mi mismo. Quiero poder para ser libre del pasado y permitir que esos recuerdos se vayan. Quiero el poder de Dios para empezar a vivir la clase de vida que Dios desea que vivas.

Después quiero amor. Quiero ser capaz de amar a las personas y que me amen y soltar las heridas para no construir barreras contra las personas, sino un acercamiento genuino porque no tengo miedo de amar verdaderamente y no tengo temor de ser verdaderamente amado. Esa es la clase de poder y amor que Dios da. Y dice que también nos da dominio propio. Tú no estás en verdadero control hasta que Cristo está en control de tu vida y el Señor domina las circunstancias de tu vida. Y luego entiendes lo que significa tener todo bajo control por primera vez en tu vida porque no estás tratando de detenerse por ti mismo. Poder, amor, y dominio propio.

Hay un principio en el universo. Las cosas funcionan mejor cuando están conectadas. El microondas, licuadoras, televisores, radios; las cosas funcionan mejor cuando están conectadas y Dios quiere que tú y yo estemos conectados a El. ¿Cómo me conecto al poder de Dios? Muy simple. Cree y recibe. Primero, yo creo que Dios existe y creo que El me conoce y se interesa en mí y tiene el poder de ayudarme y luego lo recibo en mi vida – Jesucristo pon Tu Espíritu en mí. El segundo paso de recuperación involucra una palabra de cinco letras. Requiere de mucho valor usar esta palabra.

Dios necesito tu ayuda en mi vida. El Camino a la Libertad no es fácil. Significa afrontar algunos problemas que he querido ignorar. Significa tomar riesgos. Significa ser honesto, confiar en Dios. Pero cuando das este segundo paso de repente tu libertad ya no es simplemente un asunto de fuerza de voluntad, Dios dice: “Yo estaré contigo”. Isaías 43:2 “Cuando atravieses aguas profundas y grandes problemas Yo estaré contigo. No te ahogaras. Cuando atravieses los fuegos de opresión, no te quemarás.” Dios dice Yo estaré contigo la próxima semana, el próximo mes, el próximo año mientras enfrentas esas cosas de las que has temido afrontar en tu vida.

¿En qué área de tu vida te sientes herido? ¿Estás atravesando aguas profundas? ¿Sientes como si está será la última vez? ¿Estás atravesando el fuego en este momento y la situación está difícil en tu vida? ¿Crees que voy a consumirme o a extinguirme? ¿Sientes que estás como estancado en una rutina y dices “yo no tengo el poder de cambiar”? Me siento incapaz. Hay un poder al que te puedes conectar. Su nombre es Jesucristo. El nombre sobre todo nombre. Te invito a abrir tu corazón y tu vida a El este día. Da este segundo paso.

 

Fuente: Pastor Alberto Arenas Mondragón.

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