Yo sé que mi Redentor vive,
Y al fin se levantará sobre el polvo;
Y después de deshecha esta mi piel,
En mi carne he de ver a Dios;
Al cual veré por mí mismo,
Y mis ojos lo verán, y no otro,
Aunque mi corazón desfallece dentro de mí.
"Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas" (Mateo 6:33)
Yo sé que mi Redentor vive,
Y al fin se levantará sobre el polvo;
Y después de deshecha esta mi piel,
En mi carne he de ver a Dios;
Al cual veré por mí mismo,
Y mis ojos lo verán, y no otro,
Aunque mi corazón desfallece dentro de mí.
¡Cuántas situaciones nos agobian, nos ansían y sobrecargan! ¡Cuánto nos esforzamos para lidiar con ellas, buscando la forma de solucionarlas, ignorarlas o echarlas a un lado! Solo hay una manera eficaz para hacer que la carga desaparezca: Quitándola de tí y echándola sobre el Señor.
Aunque el problema permanezca sin solucionar, es posible que puedas seguir como si este no existiera, descansando en el Señor, confiando y esperando en Él. ¿Lo crees? Haz la prueba; te garantizo que funciona. "Echa sobre el Señor tu carga, y Él te sustentará..." (Salmo 55:22)
MATEO 11:28-29
Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados,
y yo os haré descansar.
Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí,
que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso
para vuestras almas.
SALMO 46:10
Estad quietos, y conoced que yo soy Dios.
ISAIAS 30:15
Porque así dijo Jehová el Señor, el Santo de Israel:
En descanso y en reposo seréis salvos;
en quietud y en confianza será vuestra fortaleza.
JEREMIAS 6:16
Así dijo Jehová: Paraos en los caminos, y mirad, y preguntad
por las sendas antiguas, cual sea el buen camino,
y andad por él, y hallaréis descanso para vuestra alma.
ISAIAS 32:17
... El efecto de la justicia será paz;
y la labor de la justicia, reposo y seguridad para siempre.
1 PEDRO 5:7
Echando toda vuestra ansiedad sobre El porque El tiene
cuidado de vosotros.
FILIPENSES 4:7
Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones
delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.
Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento,
guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo JESUS.
JUAN 14:27
La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da.
No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.
SALMO 116:7
Vuelve, oh alma mía, a tu reposo, porque Jehová te ha hecho bien.
HEBREOS 4:3
... Los que hemos creído entramos en el reposo.
SALMO 23:1-2
Jehová es mi Pastor; nada me faltará.
En lugares de delicados pastos me hará descansar;
junto a aguas de reposo me pastoreará.
En Betania había una casa a la que Jesús le gustaba ir con sus discípulos. Allí una mujer llamada Marta le servía, mientras María, su hermana, le escuchaba. Más tarde la prueba tocó a esa familia: Lázaro, el hermano de Marta y María, cayó gravemente enfermo. En seguida sus hermanas enviaron un mensaje a Jesús, diciendo simplemente: “Señor, he aquí el que amas está enfermo” (Juan 11:3). Sólo después de dos días, el Señor se puso en camino, pero cuando llegó, Lázaro había muerto.
¿Se habrían equivocado las hermanas al decir: “el que amas”? No, pues “amaba Jesús a Marta, a su hermana y a Lázaro”. Entonces, ¿por qué tardó en ir? Su obediencia a su Padre estaba antes que su amor por los suyos. También habría podido curar a Lázaro a distancia, como lo había hecho con otros enfermos (Juan 4:53; Marcos 7:30). Pero esta vez era necesario que se revelara como “la Resurrección y la Vida”. Cuando llegó, unos días más tarde, no sanó a un enfermo, sino que resucitó a un muerto. Así mostraba su divinidad y ante todo “la gloria de Dios”.
Cuando pasamos por la enfermedad, por el duelo o cualquier otra prueba, nunca olvidemos que cada uno de nosotros es aquel o aquella a quien el Señor ama. Al apóstol Juan le gustaba llamarse “el discípulo a quien amaba Jesús” (Juan 13:23; 21:20). ¿Amaba el Señor a Juan más que a los demás? No ha de entenderse así, sino que Juan era consciente de ser amado personalmente por Jesús, como debemos serlo también nosotros, tu y yo.
Fuente: LaBuenaSemilla.net
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