Cristo en Mí

 

Con Cristo estoy juntamente crucificado, ya no vivo yo, mas Cristo vive en mí: y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó, y se entregó sí mismo por mí (Gálatas 2:20).

Orientación Básica

Con Cristo estoy juntamente crucificado. Cuando Pablo habla que está juntamente crucificado con Cristo, está señalando dos cosas: Está hablando de una experiencia mística en la cual él participa con Jesús en su muerte de cruz. Este concepto es difícil de sondear, pues dice que Pablo se responsabiliza por sus propios pecados a la vez que entiende que no puede hacer nada para borrarlos. Necesita de la intervención del que quita el pecado del mundo. A la vez se identifica como discípulo con el sacrificio perfecto de su amo.

Segundo, Pablo marca aquí el evento específico en el cual Saúl el perseguidor de Cristianos se convierte en Pablo, el apóstol de Jesús. Dejó de ser quien era para participar en la vida que Jesús le ofreció, o sea, ser parte del Cuerpo de Cristo, ser parte del Redentor. Esto también quiere decir identificarse con todo lo que Jesús es. En esto hay que entender que Cristo, el hombre, tenía que pasar por la muerte para alcanzar la resurrección. Por supuesto, su muerte fue única en la historia humana porque murió una vez por la salvación de todos los hombres. Aunque ni Pablo ni cualquier otro hombre pueda morir de esta forma, él sí rectificò su identicación completa con el sacrificio de Cristo y por eso dice que está juntamente crucificado con Él.

"..y ya no vivo yo, mas Cristo vive en mí ". Pablo murió con Cristo, y es por el poder de Cristo que fue resucitado. Es la vida de Cristo dentro del cuerpo de Pablo que ahora le da vida. El grado de negar la vida propia para expresar la vida de Jesús es completo. Pablo rectifica con todo su ser las enseñanzas del Señor: Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre y madre, mujer é hijos, hermanos y hermanas y aùn también su vida, no puede ser mi discípulo. Y cualquiera que no trae su cruz, y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo" (Lucas 14:26-27). Y el que no toma su cruz, y sigue en pos de mí, no es digno de mí. El que hallare su vida, la perderá; y el que perdiere su vida por causa de mí, la hallará (Mateo 10:38-39). Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz cada día, y sígame. Porque cualquiera que quisiere salvar su vida, la perderá; y cualquiera que perdiere su vida por causa de mí, éste la salvará (Lucas 9:23-24).

David Guthrie, en Gálatas, Introducción y Comentario, dice, "Pablo piensa que se ha identificado tan estrechamente con Cristo, que Él domina la totalidad de su existencia."

"y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios" Aquí Pablo pone en alto relieve que su vida en la carne, o sea, en su cuerpo humano, no es una vida carnal, o sea, no es una vida dominada por los deseos y apetitos del ego. Su vida es un nuevo tipo de vivir inalcanzable antes de que Jesús mandase el Espíritu Santo para dar vida espiritual a los que lo aceptaron como Señor. Esta nueva vida sólo se puede vivir por la gracia y el poder del Espíritu Santo. Nadie, por esfuerzo propio puede ganar, alcanzar o merecer la vida de Jesús. Es de gracia.

Martín Lutero dijo que la vida de la carne no es la vida verdadera sino una màscara debajo de la cual el vive otra persona—Jesús, la vida verdadera.

Matthew Henry, el gran comentarista bíblico, dijo, "Aquí se nota la fe falsa de muchos…tienen la forma de piedad sin el poder. Piensan que creen correctamente en los artículos de la fe, pero son engañados. El creer en Cristo crucificado no es sólo creer que fue crucificado sino creer que fuí crucificado con Él. Esto es conocer a Cristo crucificado. Así aprendemos qué es la naturaleza de la gracia. La gracia de Dios no tiene nada que ver con los méritos del hombre. Gracia no es gracia a menos que esté dada libremente en todo sentido. Entre màs el creyente depende de Cristo para todo, más anda en consagración delante de Él en todos sus mandamientos y ordenanzas. Cristo vive y reina en él , y el creyente vive aquí sobre la tierra por fe en el Hijo de Dios, quien trabaja por medio del amor, causa la obediencia, y cambia al creyente a su imagen. Así el seguidor de Jesús no abusa de la gracia de Dios ni la utiliza en vano."

Es por gracia que Pablo vive en el ambiente de "la fe." Dios le concede la gracia y poder de ser transportado de la atmósfera normal humana y puesto en una nueva atmósfera donde lo que respira ya no es el aire de antes sino una nueva fuerza alentadora llamada "fe." No es cualquier fe, sino una fe que está en Cristo y dada por Cristo.

"el cual me amó, y se entregó á sí mismo por mí." Lo que es sorprendente es que Jesús no murió en la cruz por obligación, necesidad, o impulso. Lo hizo por que amaba, y ama, a Pablo, al igual como amaba y ama cada ser humano, por quienes específicamente murió. La muerte de la cruz no fue un hecho impersonal, parte de un plan mecánico de Dios. Fue un hecho de amor, una declaración de la pasión de Jesús por cada persona en lo particular.

El Objetivo

Demostrar que más allá de la salvación, es la realidad que cada cristiano debe morir a los deseos carnales, identificarse completamente con Jesús en su muerte y resurrección, y vivir en santidad conforme la voluntad de Dios, no según los desginios propios. "De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es: las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas "(2 Corintios 5:17).

1. El primer paso en la vida cristiana es aceptar a Jesús como Señor y Salvador, recibir perdón por todos los pecados cometidos anteriormente, y comenzar a caminar en una nueva vida.
2. La mayoría de los cristianos que entran en este proceso cambian meramente asuntos superficiales: dejan de hacer una serie de cosas pecaminosas y comienzan a practicar lo que es aceptable en el medio evangélico (leer la Biblia, asistir a los cultos, orar)
3. Los piadosos de tiempos pasados se dieron cuenta que había otro nivel de vida espiritual que llevaba al creyente a una experiencia más profunda con Dios. Esta experiencia tenía muchos nombres:
   1. Identificarse con Cristo—Los místicos hablaban de esto mucho. Los libros más famosos de esta tendencia son: La Imitación de Cristo por Tomás Kempis y La Práctica de la Presencia de Jesús por Hermano Lorenzo.
   2. La Vida Cambiada—en el sentido de cambiar la vida natural y humana, por una vida celestial y sobrenatural.
   3. La Segunda Obra de Gracia—La primera obra de gracia es la salvación que Jesús nos da; la segunda es la revelación de la santidad en el hombre interior que impulsa al creyente a vivir una vida consagrada a Dios.
   4. La Santificación—Es una experiencia del creyente en la cual Jesús le revela Su santidad, pide que el creyente actúe como Él mismo, y le da el poder para vivir tal vida. Para muchos parece similar al bautismo en el Espíritu Santo pero no lo es.
      1. El bautismo en el Espíritu quiebra barreras en el alma y abre el camino para la manifestación de poder y dones espirituales.
      2. La santificación abre el camino para vivir una vida apartada del pecado, para experimentar dentro de uno mismo la vida de Jesús, y para andar firmemente en sus pasos.
      3. El líder Menonita Myron Augsburger dijo, "Aún como cristiano vivía según las ´leyes´ de Cristo, bajo obligación o fuerza, en vez de hacerlo en la libertad de vida que Él ofrece. De hecho, mi tendencia es imponer limitaciones sobre mí mismo basado en mi entendimiento de la voluntad de Cristo en vez de descansar en la libertad de sus amor y vida. El ser libre es relacionarse abiertamente con Él." La libertad es la santidad, el no vivir màs la vida como esclavo de la carne, sino vivir la vida siguiendo el Espíritu de Jesús.

4. Jesús nos llama hoy a no permitir màs que el pecado actúe en nuestras vidas sino a que aprovechemos Su gracia para despojarnos del viejo hombre y vestirnos del nuevo hombre. " "En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad."4:22-24).

1. El proceso comenzó cuando nacimos de nuevo. Porque los que somos muertos al pecado, ¿cómo viviremos aún en él? ¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte? Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo; para que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en la vida nueva. "(Romanos 6:2-4).
2. Nuestra parte ahora es buscar la revelación que podemos y debemos vivir una vida de consagración a Cristo y a su voluntad por nosotros. Así también vosotros, pensad que de cierto estáis muertos al pecado, mas vivos para Dios en Cristo Jesús Señor nuestro. No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, para que le obedezcáis en sus concupiscencias; Ni tampoco presentéis vuestros miembros al pecado por instrumento de iniquidad; antes presentaos a Dios como vivos de entre los muertos, y vuestros miembros a Dios por instrumentos de justicia.
3. La manera de lograr vivir de entre los muertos es por medio de la cruz. El único camino a la santidad es morir a la condición humana que está bajo maldición y resucitar en Jesús. Esta es la vida ya cambiada, la identificación con Cristo, la santidad.
4. La cruz, sólo tiene un propósito: es para ser crucificado

1. Hay una serie de pasos que tenemos que tomar para vivir esta vida de santidad.
   1. Pedir a Dios que nos dé una revelación de nuestra santidad, que fue comprada en la cruz con la sangre de Cristo..
   2. Poner nuestra atención solamente en Cristo. Hebreos 12:1-3 dice, "...corramos con perseverancia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe; quien por el gozo que tenía por delante sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se ha sentado a la diestra del trono de Dios. Considerad, pues, al que soportó tanta hostilidad de pecadores contra sí mismo, para que no decaiga vuestro ánimo ni desmayéis."
   3. Morirse diariamente. Jesús dijo, Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día y sígame. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por causa de mí, la salvará.
   4. Reconocer que el morir y resucitar en Cristo es una realidad. "Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí: y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó, y se entregó a sí mismo por mí "(Gálatas 2:20).
   5. Caminar en el Espíritu Santo. "porque los que son de Cristo Jesús han crucificado la carne con sus pasiones y deseos. Ahora que vivimos en el Espíritu, andemos en el Espíritu "(Gálatas 5:24-25).

Fuente: http://www.verbo.org/espan/recursos/cristo-en-mi.htm