DE ÉL, POR ÉL Y PARA ÉL: LA GLORIA ETERNA DE DIOS

"Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén."
— Romanos 11:36 (RVR60)

El versículo de Romanos 11:36 es una de las declaraciones más profundas y abarcadoras de toda la Escritura. En estas pocas palabras, el apóstol Pablo resume la esencia de la creación, la soberanía de Dios y el propósito último de todas las cosas. Este versículo nos invita a reflexionar sobre la grandeza de Dios, su dominio absoluto y la razón por la cual existimos. No es solo una afirmación teológica, sino un llamado a vivir con un corazón centrado en la gloria de Dios.

1. De Él: El Origen de Todas las Cosas
La frase "de él" nos recuerda que todo lo que existe tiene su origen en Dios. Él es el Creador de los cielos y la tierra (Génesis 1:1), el Alfa y el Omega, el principio y el fin (Apocalipsis 22:13). Nada existe fuera de su voluntad y poder. Desde las estrellas en el firmamento hasta el más pequeño detalle de nuestra vida, todo proviene de Él.

Reflexionar sobre esto nos humilla y nos llena de gratitud. Somos criaturas dependientes de un Dios todopoderoso. Nuestra vida, nuestros dones, nuestras oportunidades, todo es un regalo de su mano. Reconocer que todo viene "de él" nos lleva a vivir con un corazón agradecido y a usar lo que hemos recibido para honrarle.

2. Por Él: El Sustento de Todas las Cosas
La segunda parte del versículo, "por él", nos enseña que no solo todo proviene de Dios, sino que todo se mantiene y existe por su poder. Él es el sustentador del universo (Colosenses 1:17). Sin su voluntad, nada permanecería.

Este aspecto de la soberanía de Dios nos da seguridad y confianza. En medio de las pruebas, podemos descansar en que Él tiene el control. Él es quien sostiene nuestras vidas, quien da fuerzas al débil y quien obra en todas las circunstancias para cumplir sus propósitos. Vivir con esta verdad en mente nos ayuda a confiar en su provisión y a buscar su guía en cada paso que damos.

3. Para Él: El Propósito de Todas las Cosas
Finalmente, la frase "para él" nos revela el propósito último de la creación: la gloria de Dios. Todo fue creado para reflejar su grandeza, su amor, su santidad y su poder. Nosotros, como sus hijos, somos llamados a vivir para su gloria (1 Corintios 10:31).

Este es un llamado a alinear nuestras vidas con el propósito divino. Nuestras decisiones, relaciones, trabajos y sueños deben estar orientados a honrar a Dios. Vivir "para él" significa buscar su voluntad por encima de la nuestra, amar lo que Él ama y servirle con todo nuestro corazón. Es en esta entrega total donde encontramos verdadero significado y plenitud.

4. A Él Sea la Gloria por los Siglos
El versículo concluye con una doxología: "A él sea la gloria por los siglos. Amén". Esta es una declaración de adoración y reconocimiento de que Dios merece toda la honra, la alabanza y la adoración por siempre.

La gloria de Dios no es algo que se limita a un momento o a una generación; es eterna. Nuestra vida debe ser un reflejo de esta verdad, viviendo de tal manera que otros vean a Cristo en nosotros y den gloria a nuestro Padre celestial (Mateo 5:16). Cada acto de amor, cada palabra de aliento, cada sacrificio hecho en su nombre contribuye a esta glorificación eterna.

Conclusión:
Romanos 11:36 es un recordatorio poderoso de que Dios es el centro de todo. Nuestra existencia, nuestro sustento y nuestro propósito están enraizados en Él. Al meditar en este versículo, somos desafiados a vivir con un corazón agradecido, confiado y orientado a su gloria. Que nuestras vidas sean un eco constante de esta verdad: "De él, y por él, y para él, son todas las cosas".

Oración
Padre celestial,
Reconocemos que todo lo que somos y todo lo que tenemos viene de ti. Eres el Creador, el Sustentador y el fin de todas las cosas. Gracias por tu amor y tu fidelidad, que nos sostienen cada día. Ayúdanos a vivir con un corazón agradecido, confiando en tu soberanía en cada circunstancia. Guíanos a alinear nuestras vidas con tu propósito, buscando tu gloria en todo lo que hacemos. Que cada pensamiento, palabra y acción refleje tu grandeza y tu amor. A ti sea la gloria por los siglos. Amén.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Aclaración

Este Blog no tiene fines de lucro, ni propósitos comerciales, el único interés es compartir los gustos y las preferencias de su autor, con personas afines. Julio Carreto. Predicador