En estos dos versículos encontramos una verdad fundamental de la fe cristiana: la existencia de un solo Dios y un solo mediador entre Él y la humanidad: Jesucristo.
Un solo Dios
La afirmación de que solo hay un Dios nos recuerda la exclusividad y la supremacía de nuestro Creador. No hay otro ser comparable a Él, ni en poder, ni en sabiduría, ni en amor. Él es el único que merece nuestra adoración y nuestra reverencia.
Un solo mediador
Jesucristo, siendo Dios y hombre a la vez, es el único que puede unirnos a Dios. Su muerte en la cruz como sacrificio por nuestros pecados nos abrió el camino a la salvación. A través de Él, podemos tener una relación personal con Dios Padre.
Rescate por todos
La muerte de Jesús no fue solo por unos pocos, sino por todos. Su amor y su gracia son universales, y están disponibles para cualquier persona que se arrepienta de sus pecados y lo reciba como Señor y Salvador.
Testimonio a su debido tiempo
El mensaje de la muerte y resurrección de Jesús ha sido proclamado a lo largo de la historia. Millones de personas han dado testimonio de su poder transformador en sus vidas.
¿Cómo te anima la verdad de que hay un solo Dios y un solo mediador entre Él y la humanidad? ¿De qué manera puedes compartir este mensaje con otros?
Oración
Padre celestial, te adoramos como el único Dios verdadero. Te damos gracias por enviar a tu Hijo Jesucristo, nuestro único mediador, para que nos reconciliara contigo.
Gracias por su sacrificio perfecto en la cruz, que nos abrió el camino a la salvación. Te pedimos que nos ayudes a vivir una vida que te honre y que refleje tu amor a los demás.
En el nombre de Jesús, amén.