"Pero él les dijo: No os asustéis; buscáis a Jesús nazareno, el que fue crucificado; ha resucitado, no está aquí; mirad el lugar en donde le pusieron." (Marcos 16:6, RVR60)
Introducción: Un Mensaje que Cambia Todo
El amanecer del primer día de la semana trajo consigo el evento más trascendental de la historia: la resurrección de Jesucristo. Las mujeres que llegaron al sepulcro, cargadas de dolor y especias aromáticas para ungir el cuerpo de Jesús, se encontraron con una sorpresa divina. Un ángel les anunció las palabras más esperanzadoras que el ser humano podría escuchar: "No está aquí, ¡ha resucitado!". Este versículo no solo es un hecho histórico, sino el fundamento de nuestra fe. Sin la resurrección, nuestra predicación sería vana (1 Corintios 15:14), pero gracias a este glorioso suceso, tenemos vida, esperanza y salvación.
1. "No os asustéis" – El Temor Vencido por la Paz
El ángel comenzó diciendo: "No os asustéis". Las mujeres llegaron con temor, pero el cielo les trajo un mensaje de paz. Muchas veces, nuestras circunstancias nos llenan de miedo: la incertidumbre, el dolor, la pérdida. Sin embargo, Dios nos repite hoy: "No temas". La resurrección es la prueba de que Él tiene el control, incluso cuando todo parece perdido. Si Jesús venció la muerte, ¿cómo no nos dará también todas las cosas? (Romanos 8:32).
2. "Buscáis a Jesús nazareno, el que fue crucificado" – La Cruz No fue el Final
El ángel reconoció que buscaban "al que fue crucificado". La cruz fue el medio, pero no el fin. Muchos hoy ven a Jesús solo como un mártir, un buen maestro o un ejemplo moral, pero Él es mucho más: es el Salvador vivo. La crucifixión demostró Su amor, pero la resurrección demostró Su poder. No sirve buscar a un Jesús muerto en religiones vacías; ¡Él está vivo y transforma vidas!
3. "Ha resucitado" – La Mayor Proclamación de la Historia
Estas tres palabras cambiaron el mundo: "Ha resucitado". No fue un mito, ni un robo del cuerpo (como intentaron difamar los enemigos de Cristo). Fue un acto sobrenatural que validó todo lo que Jesús dijo de Sí mismo (Mateo 12:40; Juan 2:19). La resurrección es:
Victoria sobre el pecado (1 Corintios 15:17).
Garantía de nuestra resurrección futura (1 Tesalonicenses 4:14).
Prueba de que Jesús es Dios (Romanos 1:4).
4. "No está aquí; mirad el lugar en donde le pusieron" – Una Tumba Vacía, un Corazón Lleno
El ángel invitó a las mujeres a ver el lugar vacío. La tumba no era un santuario para llorar, sino un testimonio de que la muerte fue derrotada. Hoy, muchos buscan a Jesús en ritos, tradiciones o lugares, pero Él no está en un sepulcro frío: ¡está en el trono del cielo intercediendo por nosotros! (Hebreos 7:25). Y por Su Espíritu, vive en cada creyente (Gálatas 2:20).
Aplicación: ¿Dónde Buscas a Jesús Hoy?
Si estás en dolor, recuerda: Él resucitó para darte consuelo.
Si sientes culpa, Él resucitó para justificarte (Romanos 4:25).
Si temes a la muerte, Él es la resurrección y la vida (Juan 11:25).
Oración
Señor Jesús, gracias porque no estás en una tumba, sino que resucitaste triunfante. Perdóname si alguna vez he vivido como si estuvieras muerto, olvidando el poder de Tu resurrección. Hoy declaro que Tú eres mi Salvador vivo, mi esperanza y mi fortaleza. Ayúdame a proclamar con valentía: '¡Cristo ha resucitado!' y a vivir en la victoria que Tu resurrección me da. En Tu nombre, amén.
Reflexión Final: La tumba vacía es el símbolo de que en Cristo, lo imposible se hizo realidad. ¡Aleluya, Él vive!
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