ENCOMIENDA TU CAMINO AL SEÑOR Y CONFÍA EN ÉL

"Encomienda al Señor tu camino, y confía en él; y él hará. Exhibirá tu justicia como la luz, y tu derecho como el mediodía."

Salmo 37:5-6 (RVR60)

El Salmo 37 es un poema lleno de sabiduría práctica para la vida, escrito por David. En estos versículos, el salmista nos invita a confiar plenamente en Dios, a entregarle nuestras preocupaciones y a descansar en Su fidelidad. En un mundo lleno de incertidumbre, ansiedad y desafíos, estas palabras resuenan como un recordatorio poderoso de que Dios está en control y que podemos confiar en Él en todo momento.

1. Encomienda al Señor tu camino:

La palabra "encomendar" implica una acción deliberada de entregar algo a alguien más. No es un acto pasivo, sino una decisión consciente de soltar nuestras cargas, planes y deseos en las manos de Dios. Muchas veces, queremos controlar cada aspecto de nuestra vida, pero Dios nos llama a confiar en Él. Encomendar nuestro camino significa reconocer que Él conoce el futuro, que Sus planes son perfectos y que Su voluntad es buena, agradable y perfecta (Romanos 12:2).

¿Qué significa "tu camino"? Es tu vida, tus decisiones, tus sueños, tus luchas y tus metas. Es todo lo que te preocupa y todo lo que anhelas. Dios no quiere que cargues con eso solo. Él quiere que lo pongas en Sus manos, sabiendo que Él es capaz de guiarte y sostenerte.

2. Confía en Él:

La confianza es un elemento clave en nuestra relación con Dios. Confiar en Él no significa que todo será fácil o que no enfrentaremos dificultades, sino que, pase lo que pase, Él estará con nosotros. La confianza se fortalece cuando recordamos Sus promesas y Su fidelidad en el pasado.

David, el autor de este salmo, enfrentó muchas pruebas: fue perseguido, traicionado y vivió momentos de gran angustia. Sin embargo, aprendió a confiar en Dios en medio de la adversidad. Su confianza no se basaba en las circunstancias, sino en el carácter de Dios. De la misma manera, nosotros podemos confiar en que Dios es bueno, justo y fiel, incluso cuando no entendemos lo que está sucediendo.

3. Y Él hará:

Estas tres palabras son una poderosa promesa. Cuando encomendamos nuestro camino a Dios y confiamos en Él, Él actúa. No siempre de la manera que esperamos o en el tiempo que deseamos, pero siempre de acuerdo con Su perfecta voluntad. Dios no es indiferente a nuestras necesidades; Él está activamente involucrado en nuestras vidas.

"Él hará" implica que Dios tomará control de la situación. Él obrará en favor de aquellos que confían en Él. Esto no significa que siempre recibiremos lo que queremos, pero sí que Dios trabajará todas las cosas para nuestro bien (Romanos 8:28).

4. Exhibirá tu justicia como la luz, y tu derecho como el mediodía:

Dios no solo actúa en nuestras vidas, sino que también vindica a aquellos que confían en Él. En un mundo donde a veces parece que los injustos prosperan y los fieles sufren, Dios promete que, al final, la justicia prevalecerá.

La imagen de la luz y el mediodía es poderosa. La luz disipa las tinieblas, revela la verdad y trae claridad. De la misma manera, Dios traerá a la luz nuestra justicia y vindicará nuestra causa. Esto no depende de nuestros esfuerzos, sino de Su gracia y fidelidad.

Aplicación Práctica:

¿Qué áreas de tu vida necesitas encomendar a Dios hoy? ¿Hay situaciones que te están causando ansiedad o temor? Recuerda que Dios te invita a confiar en Él. No tienes que cargar con esas preocupaciones solo. Encomienda tu camino al Señor, confía en Su fidelidad y descansa en la promesa de que Él actuará en tu favor.

Oración

Padre celestial, hoy vengo delante de Ti para encomendar mi camino en Tus manos. Reconozco que muchas veces he intentado controlar mi vida por mi propia cuenta, pero hoy decido confiar en Ti. Te entrego mis preocupaciones, mis sueños, mis luchas y mis planes. Confío en que Tú eres fiel y que obrarás en mi vida de acuerdo con Tu perfecta voluntad. Gracias porque prometes exhibir mi justicia como la luz y mi derecho como el mediodía. Ayúdame a descansar en Tu amor y a confiar en Ti en todo momento. En el nombre de Jesús, amén.

Este devocional es un recordatorio de que, aunque no siempre entendamos lo que está sucediendo, podemos confiar en que Dios está en control y que Él obra en favor de aquellos que confían en Él. Que estas palabras te animen a seguir adelante con fe y esperanza.