Gerencia según la Biblia

 

Por: Franklin E. Ramírez G.

Tengo que confesarlo: mientras más me relaciono con los conceptos gerenciales modernos , más aprecio y admiración siento por la Biblia.

Un simple estudio comparativo de éstas dos fuentes revela que los principios y modelos planteados en una (la teoría gerencial), tienen equivalentes que los anteceden en la otra (la Biblia).

Es cierto que la Biblia no es un libro sobre administración de negocios. Tampoco es un libro sobre ciencias. Sin embargo, como veremos en este trabajo, contiene leyes y principios inmutablemente exactos sobre ciencia y administración. Todo esto sin mencionar sus innegablemente confiables registros históricos y consejos morales. De hecho, la Biblia se considera a sí misma como La Verdad. (Juan 17:17)

Por extraño que parezca, la Biblia contiene más información sobre métodos y estrategias gerenciales que cualquier libro moderno especialista en el tema.

Salvando la diferencia de lenguaje, el propósito de su contenido y las necesidades de quienes usan de sus consejos, la Biblia debería convertirse en uno de los principales manuales de consulta del gerente que en verdad desee mantenerse documentado sobre la materia.

Un beneficio adicional que cosechará quien utilice la Biblia como referencia para pulir su estilo y métodos gerenciales es que en sus páginas hallará respuestas a muchas interrogantes respecto al manejo de asuntos de la vida cotidiana, las relaciones interpersonales y las inquietudes o necesidades espirituales. Además, desarrollará un mayor grado de sensibilidad . (Salmo 119:105; 1 Timoteo 3:16,17)

Toda la sabiduría práctica que necesite el gerente para el desempeño eficaz de su función ejecutiva, podrá este hallarla en las Santas Escrituras, como también se le ha llamado. De lo que me ocuparé en este trabajo es de presentar evidencia que demuestre cuánto habla la Biblia sobre los métodos y principios gerenciales.

No niego la utilidad que para estos fines pudieran tener otros escritos considerados sagrados. Simplemente tomo como referencia los innegables aportes del libro de este tipo más común en nuestro mundo occidental.

Pero,¿ En verdad dice algo la Biblia respecto al Management?

Después de considerar profundamente su contenido, se puede afirmar categóricamente que la Biblia no sólo dice algo, sino que dice mucho respecto al tema. Veamos:

El concepto de Administración

Una manera para definir la administración es decir que se trata de un procedimiento gerencial o arreglo de supervisión para el cumplimiento de una responsabilidad o el logro de una meta

En la Biblia, se usa la palabra hebrea pequddah' en 1Crónicas 26:30 para referirse al término administración. Según la enciclopedia de expresiones Bíblicas "Perspicacia en cuanto a las Escrituras", la raíz de este término proviene de una expresión que significa "dar atención a". Asimismo, en Ruth 1:6, se usa esa misma palabra para referirse a la supervisión, con la acepción:"al cuidado de". Otras referencias sobre el uso del concepto "gerencia" en la Biblia, pueden encontrarse en los siguientes textos: 2 Crónicas 24:11, Números 3:32 y 2 Reyes 11:18. En todos los casos, la aplicación se relaciona con administrar recursos, supervisar, dar atención a una asignación o estar al cuidado de algo.

El Gerente

Mucho se ha discutido sobre el rol del gerente en las organizaciones. La definición de su papel en la empresa moderna es todavía un tema candente, sobre todo si se consideran los cambios que a nivel estructural y orgánico están sufriendo las organizaciones.

¿Es el gerente sólo un supervisor o debe ser un líder?¿Debe él tomar todas las decisiones? ¿ Su motivación es el poder o el logro? ¿Debe tener siempre el control o debería dar participación a sus subordinados? ¿Debe orientarse hacia la tarea o hacia las relaciones? ¿Tiene que ocuparse del día a día o su responsabilidad principal son los asuntos estratégicos? ¿Su función es controlar o facilitar? ¿Debe ejercer el poder o la influencia? ¿Qué cualidades necesita para ser un gerente efectivo?. Todas estas son las interrogantes que surgen al momento de abordar el tema del gerente.

¿Qué dice la Biblia respecto al papel del gerente?

Como ya se ha explicado, en la Biblia se usa la palabra administrador para referirse al hombre que tenía un puesto de responsabilidad como encargado de algún comercio, alguna propiedad o bienes, o tenia otras personas bajo su supervisión. Por eso en muchos casos, para referirse al gerente en la Biblia se habla del Superintendente.

En las Escritura Griegas Cristianas o Nuevo Testamento, el término griego para superintendente, epískopos, se usa en Hebreos 12:15 con el significado de "vigilar cuidadosamente". También se usa el sustantivo episkopé, que significa "puesto de superintendente" ( 1 Timoteo 3:1).

Un superintendente era alguien que atendía ciertos asuntos o a ciertas personas, haciendo visitas, inspeccionando y efectuando nombramientos. La Enciclopedia "Perspicacia" dice que el término griego para superintendencia tiene la idea inherente de supervisión protectora.

Superintendentes en la antigüedad hebrea.

Desde la antigüedad hebrea era común el uso de superintendentes (gerentes) para dar atención a los asuntos de interés político, comercial, civil, militar y religioso. Los capítulos 23 a 27 del libro Primero de las Crónicas, en las Escrituras Hebreas, muestran los muchos y diversos puestos y sistemas de gerencia que existían durante el reinado de David, tanto con respecto al sacerdocio del Templo en Jerusalén como a la corte real, incluidas cuestiones económicas y militares.

La profecía que aparece en el libro del profeta Isaías 60:7 hace una comparación entre los "superintendentes" y "los que [...] asignan [...] tareas". Este hecho muestra cómo el gerente no centraliza las decisiones y tareas en sí mismo, sino que puede asignar trabajo a otros, así como supervisar y velar por los intereses de aquellas personas o cosas confiadas a su cuidado.

En la congregación cristiana

El uso de gerentes para supervisar la empresa cristiana queda de manifiesto en la siguiente exhortación que en su tiempo hiciera el apóstol Pablo a los hombres que habían sido nombrados en puestos de responsabilidad en la congregación de Efeso, en Asia menor:

"Presten atención a sí mismos y a todo el rebaño, entre el cual el espíritu santo los ha nombrado superintendentes, para pastorear la congregación de Dios" (Hechos 20:17,28)

No había una cantidad fija de superintendentes o "gerentes". Su número dependía de los varones capacitados y reconocidos como "ancianos" que hubiera en una congregación dada (ver nota 6 al pie de esta columna). Filipenses 1:1, en el Nuevo Testamento, da a entender que no había un superintendente, sino que se trataba de un cuerpo que combinaba sus esfuerzos para superentender los asuntos de la congregación.

En su obra Epíscopos y Presbyteros, el profesor Manuel Guerra y Gómez apunta lo siguiente a este respecto: "Desde luego epíscopos en el protocolo de la epístola a los Filipenses no supone una autoridad monárquica; es más bien un término que nombra a las personas de evidente estructuración plural y colegial encargadas de la dirección y del gobierno de la comunidad cristiana de la ciudad de macedónica".

Este es un dato importante porque revela, , cómo el modelo Bíblico de administración se adelantó a la práctica gerenciales moderna en su esfuerzo por administrar en equipo, de manera interfuncional.

Cualidades y requisitos del gerente según la Biblia

Por otro lado, para alcanzar un puesto de superintendente, la Biblia plantea los siguientes requisitos de interés para los gerentes modernos:

Madurez de carácter

Libre de acusación

No un borracho pendenciero

No ser ávido de ganancia falta de honradez

De juicio sano

Capacitado para enseñar

Que pueda exhortar y censurar

No ser un golpeador

No ser terco, sino razonable

No ser belicoso ni propenso a la ira

Probado en cuanto a aptitud

Usted puede hallar estas y otras características del gerente Bíblico efectivo en los siguientes textos de las Escrituras Griegas Cristianas:

1 Timoteo 3:1-7

Tito 1:5-9

Ahora bien, ¿Desde cuándo puede hablarse de "gerencia" en la Biblia?

Los inicios del Management

En los primeros seis capítulos de las Sagradas Escrituras encontramos que desde el inicio de la historia humana Dios autorizó y dio libre albedrío al hombre Adán para diera atención correcta (administrara) la tierra y todo lo que había en ella. (ver Génesis 1:26-28). Su trabajo consistía en administrar los recursos disponibles en el jardín de edén, de manera que dicho modelo se expandiera, bajo su superintendencia, a toda la tierra. Es decir, Adán tenía que poner su empresa a producir con rentabilidad para hacerla crecer. Incluía planificar, organizar, dirigir y controlar todo lo relacionado con las operaciones del "negocio" que administraba. Independientemente de los resultados de su gestión, Adán puede entonces considerarse como el primer gerente que hubo sobre la tierra.

Después del diluvio, descrito en los capítulos 7 y 8 del primer libro de la Biblia, se desarrolló todo un nuevo sistema de administración. Un sistema que se hizo prominente en toda la tierra habitada: el sistema patriarcal. Este modelo de gerencia se basó en la centralización del poder por parte del jefe de familia o de tribu. El patriarca daba atención o supervisaba no sólo los asuntos rutinarios de la cotidianidad, sino también el establecimiento de estándares de actuación y la administración de disciplina. Cada grupo de familia o tribu contaba con su propio "gerente":, de manera que varios grupos familiares que conformaran una tribu tenían un solo patriarca. Este modelo de gerencia patriarcal resultó redituable en una época en que la tierra era el medio de producción de riqueza. Era común entre pueblos viajeros en busca de nuevas tierras dónde producir más y mejor. Esta forma de management le garantizaba al patriarca-gerente el poder, el estatus y la riqueza necesarias para dirigir, al mismo tiempo que les proporcionaba seguridad y logros a los "subordinados" o miembros de esas comunidades.(Génesis 3-6)

Pudiéramos citar múltiples ejemplos de la Biblia para ilustrar éste sistema de gerencia, como los de Abrahan, Isaac, Jacob (Israel), y otros. Pero el ejemplo más relevante de gerencia patriarcal durante el período bíblico antiguo (Viejo Testamento), es el de Moisés. Este excepcional gerente fue un excelente estratega y eficiente administrador. Dirigió los asuntos nacionales del pueblo hebreo de Israel durante aproximadamente 40 años. Su estilo de administración es, en buena parte, una lección de liderazgo para el gerente moderno: capaz, firme pero flexible, con coraje, de carácter maduro, con capacidad de influencia ,buen comunicador, razonador pero sensible ante las necesidades humanas, etc. Pero lo más impresionante del gerente Moisés es que cuando analizamos su estilo de gestión a la luz de los preceptos de la gerencia moderna nos quedamos perplejos al ver los sus tremendos aciertos como administrador.

Hay que tomar en cuenta que Moisés vivió hace más de tres mil años. Y que no tuvo oportunidad de asistir a la escuela de negocios de Harvard, ni conoció a Déming, ni leyó los escritos de Peter Drucker. Simplemente fue facultado por Dios para ser líder de esa empresa, como bien se narra en la Biblia. Todo lo que Moisés sabía sobre administración lo aprendió de tres fuentes:

1- De la enseñanza Divina.

2- De su experiencia como gobernante mientras permaneció en Egipto como hijo adoptivo de Faraón en tiempos del cautiverio de los hebreos.(Éxodo 2:1-10)

3- De su experiencia práctica como pastor de ovejas por 40 años en el desierto de madián durante su exilio de Egipto. (Éxodo 2:11-3:1)

Moisés también adquirió destreza como gerente durante su ejercicio como líder del pueblo de Israel mientras éste vagó durante 40 años por el desierto en busca de la tierra prometida.

En esencia, Moisés aprendió administrando. Y lo hizo muy bien. Tomemos un ejemplo específico para mostrar este punto. .

Empowerment y Pasión por servir

Moisés practicó ampliamente la delegación de autoridad a subordinados confiables, hace ya más de 3000 años. En Éxodo 18:19, 21-26 se explica que aunque tenía la máxima responsabilidad en la empresa, nombró hombres capaces para que se encargaran de los asuntos rutinarios, conservando así tiempo para dedicarlo a los asuntos estratégicos y decisiones de mayor peso. También utilizó este método para administrar más eficientemente el aparato militar y la organización sacerdotal, así como para la administración eficaz de justicia. (Números 3: 25,26, 30-32, 36,37;4:16; Jueces 2:16,18; Ruth 1:1). Técnicas como involucramiento del empleado y trabajo en equipo, son otras de las maneras como Moisés ejerció un liderazgo participativo desde hace tanto tiempo. Descubrió que de esta forma tanto los individuos como los equipos de trabajo logran mejores resultados.

Por otro lado, y más adelante en la historia bíblica, usted puede encontrar en Isaías 22:15 un concepto tan de moda hoy como el de pasión por servir.. Allí se habla del mayordomo, como aquel que está "a cargo de la casa" y ejerce su trabajo con sentido de propiedad. En Génesis 24:2 se hace referencia al empowermet, cuando se menciona la palabra hebrea mo-shel’, que según la obra "Perspicacia" significa "uno al que se pone a administrar" o que "se le da poder para que administre".

Sobre el principio actual de otorgar facultad a los demás para que actúen y tomen decisiones con autonomía dentro de las normas previamente acordadas entre las partes, pueden citarse múltiples ejemplos Bíblicos. Es más, en cinco libros de la Biblia se habla expresamente del poderío que posee una persona determinada para ejecutar una acción o tomar una decisión. Esta expresión evoca la "facultad para actuar conforme a la autoridad que ha sido conferida por un poder superior".(Ver en las Escrituras Griegas Cristianas—Nuevo Testamento—Gálatas 2:8; Lucas 24:49 y Hechos 4:33).

Como nota interesante, es común entre los que estudian la Biblia aplicar el principio de que "para todo tengo la fuerza en virtud de Aquel que me imparte poder". Esto quiere decir que la actitud del que se siente apoderado es la de que "puedo actuar confiadamente con autoridad y autonomía porque se me ha otorgado el derecho y la autoridad para tomar decisiones bajo mi propia responsabilidad". (Filipenses 4:13)

No se si Peter Drucker tomó en cuenta la Biblia como fuente documental para su libro "Gerencia para el Futuro", o si Peter Block la consultó cuando escribía "Stewardship: Choosing Service Over Self-Interest", en el que redefine el concepto de empowerment. Lo que sí se es que todos esos impactantes e "innovadores" planteamientos que han "revolucionado" el mundo empresarial en los años 90, y han hecho famoso a más de un ejecutivo por el mérito de aplicarlos con éxito en sus compañías, ya habían sido expuestos con sobrada anterioridad en las páginas de la Biblia.

Por ejemplo, la mayordomía o Stewardship que define Peter Block como fase superior al empowerment, es el sokjen’ o "puesto de mayordomía" que se asignaba a los sirvientes (o empleados) fieles y capacitados en la antigüedad judía. También pudiera ser el oikonómos o epítropos, términos que en las Escrituras Griegas Cristianas (Nuevo Testamento), se usan para designar al "hombre encargado" de la superintendencia sobre la casa, otros siervos, las propiedades y sobre otros asuntos comerciales.(Gálatas 4:1-3; Lucas 16:1-13). En todo caso, la Biblia plantea que la lealtad más allá del interés personal es el rasgó fundamental del quien siente "pasión por servir", del que se siente "apoderado", del "steward" o mayordomo. ¿ A caso no es esto lo mismo por lo que propugnan las teorías modernas del management?..(véase Tito 1:7/8; 1Corintios 4:12 y Mateo 24:45-47).

Asimismo, en las Escrituras no sólo encontramos la aplicación de lo que equivaldría a los conceptos actuales relacionados con el otorgamiento de poder de decisión (Mateo 28:18; 1 Pedro 2:16; Proverbios 11:14; Hebreos 5:14; Gálatas 6:5), sino que además pueden identificarse principios y modelos que recuerdan y dan solidez a los conceptos modernos de administración.

Por ejemplo, en la Biblia se usa el término griego oikonomián en Efesios 1:10, para referirse al sistema de administración de todos los recursos domésticos que será usado por Dios cuando establezca definitivamente Su Reino sobre la tierra en el futuro cercano. Fíjese, además en el parecido entre ésta expresión y la palabra castellana "economía".

Ese sistema de administración a que hace referencia el texto citado arriba, está basado en reglas y reglamentos que evocan las normas y principios que tan eufóricamente se promueven hoy mediante las teorías más "vanguardistas" respecto al estilo de gerencia de la llamada era del conocimiento. Dicho más claramente: El sistema de organización y administración bíblicos está fundamentado en el trabajo en equipo; el tener un propósito claro (misión) y una meta a largo plazo (visión) que sean tanto comprendidas como apoyadas por todos los miembros de la organización; la reducción de burocracia; la flexibilidad y adaptabilidad frente a situaciones cambiantes; la planificación estratégica; la sensibilidad con el mercado; la toma de riesgos calculados; el desarrollar la capacidad de innovación; la ubicación estratégica y uso correcto de recursos; la segmentación del mercado como estrategia mercadológica; el invertir en capacitación del personal y fomentar el desarrollo individual ,el transferir conocimientos y aprovechar el capital intelectual, el pactar alianzas estratégicas; el medir y dar seguimiento a resultados; el mejorar procesos de manera continua; la dirección inteligente, así como muchos otros conceptos, métodos tan populares hoy en el management "moderno".

De hecho, ese sistema administrativo comenzó a gestarse a partir del año 33 de la Era Común, cuando Jesucristo crea la congregación cristiana, mientras Israel se encontraba dominada por el imperio romano y el clero religioso judío.

La administración patriarcal había dado paso a un tipo de gestión basado en el pacto de la ley en el año 1513 (a.C.) allá el monte Sinaí (Horeb). Esta a su vez había abierto paso en 1117 (a.C.) a una administración monárquica bajo reyes nombrados por profetas autorizados por Dios. En este modelo de gerencia, los administradores de los recursos domésticos de Israel combinaban sus estilos particulares de liderazgo con los preceptos y mandatos estipulados en el código de la ley. Se decía que los reyes que ocupaban la "alta gerencia" en éste período "se sentaban en el trono de Jehová"; así se mostraba el grado de poder y autoridad que poseían. Este tipo de gestión permaneció vigente hasta el año 607 (a.C.). En ese año el pueblo de Israel fue dividido y obligado a dispersarse, en lo que se conoce seguramente como "la diáspora".

La organización religiosa que había sido creada bajo la gestión del gerente Moisés continuaba usando el mismo modelo de administración basado en la ley. Por eso, durante todo el período que siguió al destierro del pueblo judío, y hasta el año 33 (E.C.), éste modelo religioso de administración dominó la vida de la época. Sin embargo, el sistema sacerdotal del Templo de Jehová, basado en la organización Teocrática degeneró en una religiosidad dogmática, basada más en tradiciones que en los principios contenidos en la esencia de la Torá o ley mosaica. Esto influyó también el la cultura "corporativa" del pueblo judío bajo la gestión imperial romana, en la que eran comunes gobernantes locales esbirros que se enseñoreaban sobre sus subalternos y hacían uso del poder y la influencia del puesto de dirección que ostentaban sin tomar en cuenta las necesidades espirituales, de desarrollo y de participación "de la gente que hacia el trabajo", del pueblo. Esto incluía al clero judío y sus tendencias religiosas de la época, los fariseos y los escribas.

Durante todo ese oscuro período, y hasta el nacimiento del "cristianismo" en el año 33 (E.), la jerarquía, la complejidad y la formalidad en las relaciones entre gobernantes y gobernados, entre el clero religioso y los fieles, constituyeron el modelo clásico de administración o procedimiento gerencial. Una gran cantidad de ritos, procedimientos y leyes inflexibles, ahogaban la vida de la gente. Una intrincada maraña clerical y política normaba la realización de cualquier tarea o diligencia ciudadana. Puede decirse entonces que, aunque en la época todavía no se conocía el término, había mucha burocracia.

Jesús: El Gran Agente de Cambio.

Por otro lado, el modelo de gestión incorporado por Jesucristo el día de Pentecostés planteó no sólo un "cambio de cultura corporativa" para Israel, sino para todo el mundo hasta nuestra época. Pudiera hasta afirmarse que el cambio estructural y filosófico que introdujo en la religión y cultura judías constituyó el primer caso de reingeniería en la historia. Los esquemas de pensamiento, de organización, de relación interpersonal, de supervisión, de desarrollo de recursos humanos, de planificación, y de administración sufrieron un cambio radical bajo los nuevos preceptos y principios implantados por el Hombre Más Grande de Todos los Tiempos, Jesús el Cristo.

No hay dudas respecto a que este personaje de vida efímera, pero de influencia eterna cambió los tiempos y las sazones. Para decirlo de otra manera, lo que Jesús hizo fue cambiar los paradigmas de la historia.

Por ejemplo, su Discurso de la Montaña o Sermón del Monte (Mateo 5-7), no sólo es una joya literaria o una conmovedora pieza oratoria, sino que además constituye un documento que sienta precedentes sin par respecto a adquirir innovadoras maneras de ver el mundo, la administración y las relaciones humanas. Sus enseñanzas, sin dudas hicieron tambalear las cimientes mismas de la cultura tradicional y obsoleta de su tiempo. De igual forma, su incisiva insistencia por el cambio de actitud , así como sus innovadores métodos y técnicas para relacionarse con la gente y hacer que dieran más de sí mismos, aún hoy causan un impacto extraordinario. Sus dichos y enseñanzas mueven al cuestionamiento del estatus quo mental y actitudinal de la gente.

Jesús no sólo fue un gran guía espiritual. También era un gran organizador. Dejó establecido un eficiente patrón de organización totalmente diferente al conocido hasta ese momento. Su punto de vista acerca del cambio organizacional era de ruptura (pensamiento sin barreras). Nótese por ejemplo esta mentalidad de cambio en la siguiente frase que expresara para referirse a la sustitución del sistema judío por la nueva estructura de organización cristiana:

"Nadie corta un remiendo de una nueva prenda de vestir exterior y lo cose en una vieja prenda de vestir exterior; pero si lo hace, entonces el remiendo nuevo se arranca, y además, el remiendo de la prenda nueva no hace juego con la vieja". (Lucas 5:36)

¿No es esto acaso un principio de la reingenieria?

Pero todavía hay más. Fíjese lo que sigue diciendo Jesús sobre re-ingenieria:

"Por otra parte, nadie pone vino nuevo en odres viejos; pero si lo hace, entonces el vino nuevo revienta los odres, y se vierte, y los odres se echan a perder. Pero el vino nuevo tiene que ponerse en odres nuevos".(Lucas 5:37-38).

Es más, Jesucristo hasta hace referencia a la parálisis paradigmática o resistencia al cambio, cuando asegura:

"Nadie que haya bebido vino añejo quiere el nuevo; por que dice: ‘El añejo es exquisito’". (Lucas 5:39).

También da ánimo en cuanto a la inquietud respecto al futuro que usualmente acompaña a los de cambio:

"Así que no os afanéis por el dia de mañana, porque el día de mañana traerá su propio afán" (Mateo 6:34, versión Reina-Valera Actualizada, 1989).

Jesús exhorta más bien a tener fe, es decir, la expectativa segura de las cosas venideras, aunque no se contemplen (Hebreos 11:1), y a hacer la parte que a uno le corresponde en el proceso. De esta manera tendremos éxito, no sólo para tener aguante en tiempos de cambio, sino para producir resultados de calidad que nos den mayor seguridad y permanencia:

".... Tal como ha sido tu fe, así suceda contigo...". (Mateo 8:13)

"...Conforme vuestra fe os será hecho" (Mateo 9:29, versión Reina-Valera Actualizada)

"Porque en verdad les digo: Si tienen fe del tamaño de un grano de mostaza, dirán a esta montaña: ’Transfiérete de aquí allá’, y se transferirá, y nada les será imposible".(Mateo 17:20)

"‘Si Puedes! Todas las cosas son posibles para uno si tiene fe!’". (Marcos 9:23)

"Por eso, nunca se inquieten ...Sigan buscando primero el reino y la justicia de [Dios], y todas las estas (otras) cosas les serán añadidas".(Mateo 6:31-33).

La influencia de Jesús como agente de cambio fue tan trascendental, que cambió radicalmente la manera de pensar de sus colaboradores, no solo de aquellos que trabajaron junto a él durante su gestión de tres años y medio como organizador y líder de la empresa del cristianismo, sino también en aquellos que vivieron décadas y hasta siglos después. Todos se convirtieron a sí mismos en agentes de cambio como su maestro.

Un ejemplo vivo de esto es la manera como Saulo de Tarso (Apóstol Pablo) enfoca el tema del cambio. En una de sus famosas cartas, contenidas en el Nuevo Testamento, Pablo describe con asombrosa exactitud la actitud correcta hacia el cambio y la mejor manera de cambiar. Dijo:

"Y cesen de amoldarse este sistema de cosas; más bien, transfórmense rehaciendo su mente..." (Romanos 12:2)

Si comparamos esta exhortación con el esfuerzo actual de cambio cultural, tanto en lo organizacional como en lo actitudinal en las empresas modernas, no nos queda más que admitir que si éstas últimas no aplican el principio contenido en esta frase bíblica, estarán haciendo intentos fallidos por lograr resultados duraderos de cambio. La verdad contenida en las palabras de Pablo (quien se inspira en el enfoque del cambio verdadero que enseño Jesucristo, es impresionantemente simple: el verdadero cambio se produce desde adentro hacia afuera.

Para las organizaciones, esto significa que hasta que no hay conciencia interna de la necesidad de cambio por parte de la alta gerencia, es decir, "cambio de mentalidad administrativa", como lo plantea E. Deming, el cambio no se produce. Hay que tomar la responsabilidad de retar el pensamiento experto que dice que " si la manera como todo ha funcionado hasta ahora, como está diseñada la estrutura de la empresa, la forma como operan los procesos, los productos y servicios que se ofrecen a los clientes, los métodos de supervisión y relaciones laborales con los empleados, los métodos y políticas, como tratamos a los cliente, está todo funcionando bien; ¿por qué cambiar?.

Para la organización, eta clase de resistencia al cambio representa lo que Pablo menciona de "amoldarse a este sistema de cosas". Si la organización quiere cambiar, tiene que "transformarse rehaciendo su mente", estableciendo una nueva filosofía gerencial que promueva una nueva misión o propósito que de sentido al esfuerzo, una nueva visión que fije la dirección y la meta a largo plazo, y sobre todo nuevos valores o declaración de principios que sean modelados o exhibidos por los líderes. Significa aceptar el compromiso de cambiar y transformar la organización desde dentro hacia afuera.

Para los individuos, las palabras citadas en Romanos 12:2 significan que a menos que uno esté dispuesto a modificar su viejo patrón de pensamiento, así como las creencias y esquemas de actuación que forman parte de nuestro paradigma, sustituyendo dicho patrón por nuevos valores, actitudes y principios que estén acordes con los de la organización de uno; a menos que se de dicha transformación interna, se insiste inclusive en teorías de nuestro tiempo, no habrá manifestación externa de cambio duradero.

Una vez más queda demostrada la exactitud bíblica en asuntos del management.

El Trabajo en Equipo

Durante mucho tiempo las organizaciones buscaron fórmulas para aumentar la eficiencia. Probaron distintos tipos de estructuras, métodos y técnicas para lograr mayor productividad. Pero todos los esfuerzos intentaban aumentar el rendimiento basándose el individuo. Por eso hace 50 años se podía afirmar que las organizaciones estaban compuestas por individuos.

Sin embargo, la historia está llena de fracasos de organizaciones que no pudieron funcionar con éxito a pesar de que hicieron todo los esfuerzos por reunir el mayor número de súper estrellas. Lo que descubrieron fue que aunque el talento individual es indispensable para el éxito de cualquier empresa, las organizaciones, ese talento no se estaba utilizando totalmente o es estaba desperdiciando.

Fruto del auge de la competitividad en una "aldea global" y del factor decisivo que representa la utilización inteligente del capital humano en ese ambiente, las empresas se dieron cuenta que se necesitaba un cambio de mentalidad respecto al uso de su recurso más preciado: el recurso humano.

"Hoy existe un acuerdo casi universal sobre cuál es el cambio que se necesita. El factor decisivo es una participación reforzada de todos los miembros de la organización. Este cambio va al fondo mismo del trabajo en equipo", dicen Robert Blake y Jane Mouton, expertos en el tema , autores de la cuadrícula gerencial y de varios libros sobre liderazgo y trabajo en equipo.

La conciencia de que los individuos se comportan de manera distinta cuando trabajan en un grupo a como lo hacen cuando se hallan solos, ha sido el punto central del mejoramiento del comportamiento organizacional y del logro de alta productividad en muchas empresas. Por eso hoy, en la mayoría de las organizaciones modernas la mayoría del personal trabaja en equipo, y casi no hay nadie que trabaje completamente aislado de los demás. Están fortaleciendo la participación proporcionándoles a los miembros de su personal, no solo las habilidades esenciales y la motivación apropiada para participar de forma responsable, unificada y comprometida, sino ofreciéndoles la oportunidad de aportar de manera innovadora y creativa a la mejor administración de la empresa.

¿Qué tiene la Biblia que decir respecto al trabajo en equipo?

Primero tenemos que recordar los fundamentos del concepto.

Un equipo efectivo es un grupo de personas trabajando juntas hacia el logro de una tarea común. Implica efectiva comunicación entre los miembros, coordinación de esfuerzos y cooperación interpersonal en la realización de las tareas. También es necesario que compartan una misma visión, se distribuyan equitativamente las responsabilidades y se reconozcan los éxitos alcanzados. Se necesita empatía y solidaridad, así como organización y normas claras que sean respetadas por todos.

Todos estos aspectos están contenidos en el modelo de organización que Jesús introdujo hace casi 2,000 años, y que se describe en detalle en la Biblia. De manera que otra vez las Escrituras se anticipan a la sabiduría humana al exponer con sobrada anterioridad los "secretos" de la eficiencia que se deriva de trabajar en equipo.

Un hecho impresionante que encontramos al estudiar el relato bíblico sobre el nuevo tipo de organización que Jesús creó es que el modelo de trabajo que se describe no se afana por reunir "super estrellas" que logren grandes resultados. La organización que fundó Jesús y que desarrollaron los primeros cristianos se constituyó de gente corriente, humilde y sin muchas letras, pero conscientes de su necesidad de aprender y con disposición de participar. La Biblia misma afirma por qué Jesús escogió este tipo de personas para demostrar la efectividad de su modelo de gestión participativa:

"...porque has escondido estas cosas de los sabios e intelectuales, y las has revelado a los pequeñuelos" (Mateo 11:25)

"Porque una cosa necia de Dios, es más sabia que los hombres, y una cosa débil de Dios es más fuerte que los hombres.

"...no muchos sabios según la carne fueron llamados, no muchos poderosos, no muchos de nacimiento noble, sino que Dios escogió las cosas necias del mundo, para avergonzar a los sabios; y Dios escogió las cosas débiles del mundo, para avergonzar las cosas fuertes...para que nadie se jacte a la vista de Dios. (1 Corintios 1:25-27,29)

La Biblia, es la fuente de sabiduría Divina, así que contiene información útil para cualquier humano, no importa su condición o nivel intelectual, social o académico. Por eso es posible encontrar en sus páginas consejo edificante y preciso respecto a la mejor manera de lograr un buen trabajo en equipo y el involucramiento de la gente en el trabajo.

Planificación

En 1 Corintios 14:33,40 se establece la planificación y la organización como factores vitales para el buen desenvolvimiento de las tareas del equipo. Allí se hace énfasis en que todo lo se haga en la organización deberán efectuarse "por arreglo". De hecho, este elemento reducirá la ocurrencia de conflictos, la pérdida innecesaria de tiempo, las improvisaciones, y otros males que acontecen frecuentemente en las organizaciones.

Manejo de conflictos y comunicación

Otro aspecto sobre el que amonesta la Biblia es en cuanto a las disensiones y disputas que pudieran existir o surgir en la organización. Esto es muy común en las organizaciones burocráticas, en las que la complejidad de su estructura y los vicios culturales fomentan la competencia entre departamentos y entre individuos, los cuales juegan para su propia ganancia sin tener en cuenta el grado de interdependencia que los une. A veces los objetivos no son compartidos o son incompatibles entre individuos o unidades, y no comparten un lenguaje común que permita el entendimiento mutuo. Producto de esta disensión, se rompe la unidad organizativa y los resultados son pobres y de poca calidad.

1 Corintios 1:10-11 insta a ‘hablar de acuerdo’ y a estar "aptamente unidos en la misma mente y en la misma forma de pensar". Mediante la ilustración de un cuerpo humano perfecto, muestra se claramente que la unidad y la cooperación son elementos necesarios para lograr los mejores resultados como equipo. Por eso se anima a todos los miembros de la organización, prescindiendo del puesto que ocupen o la tarea que realicen, a desplegar interés unos con otros. Se hace énfasis en que una cooperación armoniosa de esa índole da a entender un arreglo ordenado de un equipo efectivo.(1 Corintios 12:12-26).

Es importante que se preste atención a este consejo antiguo, porque en su esencia se encuentra la clave de lo que le cuesta tanto trabajo a las organizaciones hoy en día: trabajar juntos en unidad de propósito y en la misma dirección.

El modelo de organización que Jesús fundó en el año 33 (E.C.) está basado en el trabajo en equipo. Aunque está administrada bajo un orden Teocrático (gobierno por Dios), en el que Jesucristo se considera la cabeza gerencial, cuenta sin embargo con una estructura ejecutiva en la que un equipo de personas se encargan de la administración de los asuntos estratégicos, mientras otros sub equipos interfuncionales supervisan los asuntos administrativos y operativos. Hay que decir que una persona no pertenecía a un equipo en particular, sino que colaboraba y a veces intercambiaba o rotaba responsabilidades con otras funciones de la organización. En cada localidad remota donde operaban unidades de la organización un comité local tenia su cargo todos los asuntos administrativos, mientras que la provisión de políticas y estrategias seguían bajo la responsabilidad del Cuerpo Gobernante, que en ese entonces estaba constituido por los Apóstoles de Jesús que aun vivían. La congregación cristiana verdadera de hoy sigue funcionando bajo los mismos principios que Ud. ha podido considerar en este trabajo.

Tanto en el libro de los Hechos de los Apóstoles, como en las Cartas Apostólicas de las Escrituras Griegas Cristianas, puede Ud. observar qué tipo de organización flexible, adaptable, innovadora e integradora era el modelo de management de la congregación cristiana del primer siglo. Sin dudas un buen ejemplo de que trabajar en equipo funciona!

El mejor de los manuales de Management

Como Ud. ha podido observar, la Biblia tiene mucho que decir en cuanto a la mejor manera de gerenciar. Sus registros y consejos han resultado impresionantemente exactos, a pesar de la lejanía en el tiempo en que fueron escritas sus páginas .

Recuerde, sin embargo, que este libro impresionante no fue escrito con el propósito expreso de tratar temas científicos ni , para nuestro caso, gerenciales; mas indudablemente que su consulta no sólo edifica de forma estimulante, sino que además orienta y provee la sabiduría práctica necesaria para la aplicación de principios y consejos que con seguridad plena no pueden fallar.

¿ Por qué es posible tal exactitud?

De nuevo la respuesta es impresionantemente simple: Porque es la Palabra inspira de Dios, y El no puede mentir.(1 Timoteo 3:16; Tito 1:2).

Toda persona objetiva y con espíritu de investigación, debería considerar la Biblia como una herramienta confiable de consulta y estudio. Por eso lo animo a examinar con su propio ejemplar de la Biblia las evidencias aquí planteadas, para que pruebe por sí mismo la veracidad de la información y la exactitud de los datos presentados. Sin duda sacará mucho provecho de este ejercicio, con el consiguiente beneficio de que seguro se animará a continuar la lectura regular de su contenido.

Finalmente, quisiera reiterar la afirmación con que inicié este trabajo: mientras más me relaciono con los conceptos del management, más aprecio la Biblia. La razón es obvia: Es uno de los mejores manuales sobre gerencia que he podido encontrar.

Aclaración

Este Blog no tiene fines de lucro, ni propósitos comerciales, el único interés es compartir los gustos y las preferencias de su autor, con personas afines. Julio Carreto. Predicador